En octubre comenzará el juicio por la misteriosa desaparición en las sierras
El juicio contra los dos acusados por la misteriosa desaparición del peón rural Pedro Luis Murúa comenzará el próximo mes de octubre en los Tribunales de Cruz del Eje. Hay tres imputados sospechados de haber asesinado al jornalero de la Pampa de Olaen, quien fue visto por última vez el 2 de octubre de 2012, cuando salió de su casa para buscar a su hija en la escuela Obispo Salguero. El cuerpo de Murúa nunca apareció, pero los testimonios y evidencias señalan que está muerto.
Murúa era puestero en el paraje Lomas Limpias en la Pampa de Olaen. Tras su misteriosa desaparición la Justicia tomó cientos de testimonios y se siguieron distintas hipótesis, aunque sin alcanzar resultados que pudieran echar luz sobre el paradero del trabajador rural. Murúa era admirado por el resto de la peonada por sus destrezas rurales y su gran habilidad para arriar ganado y la principal hipótesis es que estaba vinculado a casos de abigeato en la zona.
En abril de 2019, la fiscal de Cosquín, Paula Kelm, con el aporte de nuevas pericias y tecnologías aplicadas a la investigación, logró avanzar con la causa a partir de nuevos indicios que llevarían al esclarecimiento de la desaparición del hombre.
Tras desmenuzar algunas comunicaciones telefónicas, la fiscal ordenó detener a Sergio Faustino Pérez (51), apodado «Cabeza», a quien acusó de homicidio. La teoría es que a Pérez se le perdieron unos lechones y responsabilizó abiertamente a Murúa. El día de la desaparición, Pérez habría esperado a Murúa en un portón y cuando éste se dio vuelta para cerrarlo, le habría asestado un certero machetazo en la cabeza.
En la acusación, se señala que: «Al momento de cerrar la tranquera y desde atrás, Pérez le habría asestado un machetazo en la cabeza, provocándole una herida de unos 10 centímetros, ocasionándole la muerte. Con la intención de desviar la investigación, tomó la moto de Murúa y la llevó unos 340 metros, hacia el interior de un campo conocido como Mula Muerta».
En otra parte del expediente, la fiscal Kelm señala que «en El Tasti, Pérez se encontró con sus compañeros de tareas rurales, Roberto Carlos Camino, «Carlin», y José Antonio Guerra, «Lalo». Los tres habrían ocultado el cuerpo de Pedro en un pozo a unos 500 metros de la vivienda, de unos dos metros cuadrados. Ese mismo día, Pérez habría quemado un apero y las pertenencias de la víctima, incluyendo su teléfono celular».
Es importante destacar que, Camino y Guerra también fueron detenidos y en sus testimonios habrían aceptado su participación en la desaparición del cuerpo, asegurando que lo hicieron por miedo a Pérez. «Nos tenía amenazados»» indicaron. Ambos esperan el juicio en libertad, imputados por le delito de «encubrimiento agravado».