Imputaron al padre de Carolina Bakker y a la remisera que trajo la beba a Punilla

jueves, 4 de junio de 2020 · 09:52

La causa en la que se investiga la compra-venta de una beba trasladada desde Cañuelas (Buenos Aires) a Villa Giardino, tuvo un giro inesperado: la justicia procesó al padre de la compradora, Juan Carlos Bakker y a la remisera Nelba Adriana Cabrera como «partícipes necesarios» en el delito de supresión de la identidad. La justicia bonaerense indagará a ambos el próximo 18 de junio. Siguen detenidos los padres de la pequeña y Carolina Bakker. 

La investigación avanza y para la Fiscalía de Cañuelas, tanto los Bakker (oriundos del Valle de Punilla) como los progenitores de la beba, Daiana Jaqueline Fazio y Gustavo Ugarte, son responsables de haber participado en una operación ilegal de «adopción».

A los padres, se les endilga el delito de «promoción para la supresión de identidad de menor de edad», que prevé de 3 a 10 años de prisión, por haber entregado a su hija a cambio de dinero. Por su parte, Carolina Bakker está acusada de ser la compradora y haber violado el artículo 139 inciso 2 del Código Penal, que prevé de 2 a 6 años de cárcel a quien «hiciere incierto, alterare o suprimiere la identidad de un menor, y el que lo retuviere u ocultare». 

Esta semana, el fiscal interviniente en la causa solicitó los dos nuevos procesamientos al recibir los análisis de los teléfonos celulares y los movimientos de dinero de varias cuentas. La remisera Adriana Cabrera es la propietaria de la Chevrolet Tracker (dominio AC626RA) que realizó el traslado de la beba desde Cañuelas a Punilla y del análisis de su móvil, se estableció que borró conversaciones que mantuvo con los Bakker.

Tras un informe de inteligencia elaborado por la policía cordobesa, el fiscal Damonte comenzó a mirar con sospecha a la dueña de la Tracker, entre otras razones porque tenía la camioneta radicada en un hotel alojamiento.

El otro nuevo sospechoso que tiene la causa es Juan Carlos Bakker, quien habría realizado giros y transferencias de fondos a los padres de la beba como forma de pago. Además, en su teléfono móvil se halló un mensaje saliente de WhatsApp dirigido a Cabrera, con la frase «Adriana urgente vea casa policia saca la beba». Este texto casi telegráfico, escrito a las apuradas y coincidente con el horario del allanamiento policial, se interpreta como un aviso a la remisera para que se llevara a la beba.

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