Era sometida a maltratos y brutales golpizas

El calvario que vivió una carlospacense en España

Al poco tiempo de haberse instalado en Madrid con sus dos hijos, su esposo comenzó a ejercer sobre ella violencia de género y debió atravesar el confinamiento con su maltratador.
martes, 12 de enero de 2021 · 18:33

A.L. viajó en junio de 2019 a España con su esposo y sus hijos, todos oriundos de Villa Carlos Paz. Ni bien se hospedaron en Madrid, el hombre comenzó a maltratarla y someterla a brutales golpizas, lo que hizo que ella se viese obligada a mudarse a una casa que contiene a víctimas de violencia de género.

La historia de vida de A.L fue dada a conocer por el portal español Info Libre, que refleja a diario los casos que deben atravesar decenas de mujeres y niños que conviven en hogares violentos.

La mujer y su esposo crecieron, se casaron y vieron nacer a sus hijos en nuestra ciudad. Pero en plena pandemia, decidieron mudarse a Madrid para buscar un mejor futuro.

A partir de allí comenzó una historia de terror. A.L. pasó gran parte del confinamiento con su maltratador, hasta que decidió denunciarlo. La carlospacense, de 49 años, contó: «Fue terrible, la pandemia empeoró todas las situaciones de violencia. Sentí muchísimo miedo, lo primero que hacen estas personas es quebrantar el espíritu».

«La violencia no termina sólo cuando denunciás, es un duro camino»; confesó. 

Primero se alojó en un centro de emergencia y después en un piso de semiautonomía, donde reside actualmente con sus hijos pequeños. «Fue bastante difícil tomar la decisión porque hay muchos miedos»; relató.

Pero su caso se vio agravado porque además de ser una víctima, es una extranjera en una situación irregular. «No conoces las leyes, no estás en tu país, te cuesta mucho la denuncia… pero el instinto de conservación y de proteger a tus hijos te anima»; dijo en la entrevista concedida al portal español.

«Ni mis hijos, ni yo, somos las mismas personas que cuando llegamos, las que fuimos alguna vez. Nos estamos nutriendo desde otro lado y estoy muy orgullosa de que mis hijos vean que se puede vivir sin la violencia», aseguró. «Esto es un tropiezo, no una caída. Ha formado parte de nuestras vidas pero vamos a salir adelante. Vine a darle un futuro a mis hijos, estas personas me lo están brindando y aquí estoy. No es fácil, pero tampoco es imposible»; concluyó.

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