Muerte en La Falda
¿Por qué Javier Galván terminó confesando el crimen de Ivana?
El piloto reconoció haber matado a su pareja y marcó el sitio donde fue encontrado su cuerpo.
Hubo dos elementos que empujaron al piloto Javier Galván a confesar el crimen de su pareja Ivana Módica, ocurrido en el viejo Camino del Cuadrado del Valle de Punilla. El primero fue adelantado por EL DIARIO, el hallazgo de rastros de sangre en el asiento trasero y el volante del Renault Fluence que conducía el trabajador de la Fuerza Aérea.
La segunda prueba que terminó por cercar al femicida, fueron las imágenes de las cámaras públicas y privadas de la Ruta 38. Precisamente, eso permitió definir el recorrido que hizo Galván, los horarios en los que se movió y las posiciones.
La pareja de Ivana reconoció el crimen ayer a la noche, cuando era trasladado hacia el penal de Bouwer y pidió declarar ante la fiscal Jorgelina Gómez. El cúmulo de pruebas recolectadas en su contra y el hecho de que fuese interceptado por la Patrulla Rural cuando deambulaba por la zona, el jueves en horas de la noche, terminaron por empujarlo a contar lo sucedido.
También marcó el sitio donde se encontraba sepultada Ivana, un pozo cercano al Hotel Edén y el viejo Camino del Cuadrado.
El caso se encuentra virtualmente cerrado, se presume que la joven abuela de 47 años murió por estrangulamiento y que Galván irá a juicio acusado de femicidio, lo que implicará que afronte una posible condena a cadena perpetua.