La Provincia deberá indemnizar a las víctimas
Condena por el hundimiento del anfibio en el lago San Roque
«El Cisne» era una vieja embarcación de la Segunda Guerra Mundial que se había convertido en una atracción turística en Villa Carlos Paz.A 18 años de la peor tragedia náutica en la historia de Villa Carlos Paz, la justicia condenó a la Provincia de Córdoba por el hundimiento del anfibio «El Cisne» en las aguas del lago San Roque. Los sobrevivientes cobrarán una indemnización de 400 mil pesos luego que se constatara que el gobierno cobraba un porcentaje de la recaudación.
Así lo confirmó el abogado Pablo Rostagno Jalil, quien representa a uno de los sobrevivientes, que cuestionó el monto establecido y adelantó que se apelará la sentencia ante la cámara.
El 17 de julio de 2003, la embarcación que llevaba a 16 turistas a bordo naufragó a causa de las ráfagas de viento de hasta 80 KM/h que se registraban sobre el embalse.
Durante ese fatídico día, perdieron la vida Eduardo Pellegrini (59), un turista oriundo de la ciudad de Mar del Plata; José Scandell (60), su mujer Margarita Germino (60) y Amelia Scandell (45), quienes quedaron atrapados dentro de la embarcación. Los pasajeros nadaban en las heladas aguas de embalse y una pareja que había subido al anfibio con sus hijos de 10, 9 y 5 años y un pequeño bebé de siete meses se salvaron de milagro y lograron subirse al catamarán «Realicó».
«El Cisne» era uno de los tres anfibios utilizados en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) que llegaron entre el año 1954 y 1956 a la ciudad de Carlos Paz y realizaron excursiones al dique San Roque por más de cincuenta años. Según pudo conocerse, la embarcación carecía de los permisos y habilitaciones para navegar y debido a su antigüedad, terminó hundiéndose en el fondo del embalse y su rescate demandó la intervención de los buzos de la Cuerpo Especial de Policía (CEP).
El hundimiento del anfibio «El Cisne» motivó una serie de medidas que se tomaron a destiempo y que pudieron haber evitado que se escribiera una nueva página de dolor y tragedia en las aguas del lago San Roque. Aquella tarde de 2003, varios turistas decidieron tomar uno de los paseos más tradicionales que ofrecía la ciudad y recorrer desde el agua la geografía de la ciudad. A poco de ingresar al embalse, la embarcación sucumbió ante el fuerte viento norte que azotaba las sierras.
Los testigos relataron que el anfibio se hundió por «ojo», que en términos navales, significa que se clavó como un submarino.