Los videos virales de Olga y Noelia

Angustia, miedo y amenazas, la polémica por la Autovía de Punilla

La obra avanza y se multiplican los testimonios de los vecinos que se niegan a abandonar sus hogares, los cuales se encuentran afectados a la nueva traza de la obra.
miércoles, 29 de junio de 2022 · 19:38

Hace algunos días, se viralizó en redes sociales la historia de Olga Benavídez, una abuela de Bialet Massé que será desalojada por el avance de la Autovía de Punilla. En medio del avance de las máquinas que construirán la nueva etapa de la obra, crece la tensión y se sumaron nuevos testimonios de familias que tendrán que abandonar sus hogares.

EL DIARIO tuvo la posibilidad de dialogar con allegados a la mujer, quien tiene 80 años y manifestó que recibió «amenazas» tras la difusión de su testimonio.

Pese a las denuncias, desde la empresa Caminos de las Sierras y el gobierno de la Provincia de Córdoba sostienen que se respetarán los plazos legales y que todas las familias serán expropiadas, recibirán una indemnización y la contención necesaria.

Noelia Beltritti vive con su familia en la comuna de San Roque, está pasando por la misma situación que Olga y sostiene que vive entre la angustia y el temor. «Yo vivo acá con mi marido y mis hijos chiquitos desde hace ocho años. Desde hace un año tengo a mi madre recuperándose de un ACV y hace nueve meses fuimos citados por Caminos de las Sierras para informarnos sobre la decisión de expropiar nuestros terreno. Al tener posesión de lote, sólo nos corresponde el precio fiscal que no es mucho. Nosotros somos alfareros, tenemos la fábrica y el negocio sobre la ruta y ante esta situación estamos desesperados».

«Vienen y nos obligan a irnos, estoy esperando que me llegue la carta de desalojo de 30 días. No sé a dónde voy a ir ni cómo seguir viviendo. Es una locura lo que estamos viviendo, empecé a bajar de peso y se me cae el pelo. Tenemos las máquinas trabajando a nuestro lado y mis hijos todavía no saben que vamos a tener que irnos. Ellos son chiquitos, tienen 4 y 8 años, y el otro día mi hija me pedía que les diga a los operarios que no desarmen la canchita donde jugaban»; relató la mujer.

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