Asesinó a su ex de 19 puñaladas, incendió su casa y se suicidó

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Neuquén. Durante las últimas 24 horas las banderas nacionales y provinciales ubicadas en los edificios públicos de Neuquén permanecieron izadas a media asta. También hubo un minuto de silencio en los actos públicos que se realizaron a lo largo del martes. Fue por Carolina Epullán, una joven de 25 años de Piedra del Águila que fue asesinada por su ex pareja de 19 puñaladas, cuyo femicidio causó gran conmoción en la provincia y por el que, en su memoria, el gobierno neuquino decretó un duelo.
 

El crimen se descubrió el pasado sábado, cuando un grupo de bomberos arribó a la vivienda de la víctima pasadas las 23.10 tras ser alertados por un incendio. La entrada del domicilio estaba cerrada con llave y para ingresar a controlar las llamas debieron derrumbarla. Sin embargo, detrás de la puerta, la escena que los esperaba era espeluznante.


Según relataron fuentes de la investigación a Infobae, una vez que se apagó el incendio, los brigadistas encontraron a una mujer tendida sobre la cama. Tenía un cuchillo clavado en su pecho y múltiples heridas en su cuerpo. Apenas a unos metros de ella, había un hombre en el piso con un disparo en la sien y un arma a su lado. Fue identificado como Víctor Aravena, ex pareja de Carolina y padre del hijo que tenían en común.


“La principal hipótesis es que se trató de un femicidio seguido por un suicidio”, señalaron a este medio desde la causa, a cargo del fiscal Manuel González. En el marco de la misma, se determinó que el incendio comenzó en la cama matrimonial, donde hallaron uno de los cuerpos.


Los resultados de las autopsias confirmaron la teoría planteada inicialmente: Carolina tenía 19 heridas de arma blanca en su cuerpo. Aravena, por su parte, murió por el impacto de una bala que habría sido causada por un revólver calibre .32.


El informe preliminar del Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial confirmó el suicidio de Aravena y detalló que los cuerpos “fueron hallados sin vida y semi calcinados”. “La muerte del varón se debió a un traumatismo craneoencefálico grave por proyectil de arma de fuego y presentó características compatibles con muerte violenta por lesión autoprovocada”, explica el documento.


Epullán y Aravena, de 27 años, habían estado en pareja durante varios años y tenían un hijo de 8 en común. El niño, al momento del crimen, se encontraba al cuidado de una familiar.