Condenaron a Jorge Ribeiro y a varios integrantes de su familia

Una asociación ilícita estafaba con inversiones en Carlos Paz y Córdoba

Comercializaban edificios que nunca se construyeron y también engañaron a los dueños de los terrenos y a los proveedores de materiales de construcción.
miércoles, 14 de junio de 2023 · 18:56

El desarrollista Jorge Ribeiro fue condenado a 11 años de prisión por una serie de estafas vinculadas a emprendimientos inmobiliarios en Córdoba y Villa Carlos Paz. El constructor comercializaba complejos de departamento en la modalidad «pozo», pero que nunca se entregaban y se quedaba con el dinero de los inversionistas.

Durante el juicio en su contra, se desentramó el funcionamiento de una asociación ilícita donde también estaban involucrados sus hijos y cuñados, que recibieron condenas en suspenso.

Ribeiro fue sindicado como el máximo responsable de 35 estafas reiteradas por inmuebles que le fueron abonados en su totalidad y otros que cobraba en cuotas. Su defensa intentó alegar que habían lanzado un emprendimiento que se vio afectado por las condiciones macroeconómicos, pero los movimientos financieros dentro de la firma terminaron por revelar un vaciamiento intencionado de la constructora que también engañaba a los propietarios de los terrenos.

Además de Jorge Ribeiro, fueron condenados Carlos Hernán Castro a 8 años de prisión y una multa de 80 mil pesos; Georgina María Ribeiro con una pena de 5 años y 60 mil pesos de multa; Ana Lucia Ribeiro, a 3 años de prisión con una multa de 60 mil pesos y Marcos Javier Lio, a 2 años de prisión en suspenso.

La sentencia fue dictada por la Cámara 10ª del Crimen tras una investigación que tiene en la mirada a la firma Ribeiro Construcciones SRL y el caso reviste interés porque, por primera vez, se aplica la figura de asociación ilícita para defraudar a los inversionistas. El fiscal Enrique Gavier confirmó que son hechos imputados por estafas vinculadas a proyectos de edificios de departamentos y cocheras en Córdoba y en Carlos Paz (vendieron nueve en total y se proyectó un décimo en la ciudad turística) que nunca avanzaron. La presunción es que nunca tuvieron la intención de ejecutar las obras, sino que vaciaban la empresa y ni siquiera llevaban libros contables. Según la acusación, no sólo fueron estafados los inversores sino también los dueños de las tierras que adquirieron y los proveedores de materiales de construcción (a quienes se ofrecía departamentos como forma de pago).

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