Atentado: Cristina Kirchner denunció que Milman ocultó otros tres teléfonos
Buenos Aires. Cristina Kirchner denunció que el diputado del PRO Gerardo Milman no entregó tres teléfonos que usó desde fines del año pasado hasta ahora para que sean analizados en el marco de la causa que investiga el atentado, ocurrido el 1° de septiembre del 2022.
Milman entregó un celular que se encuentra en la caja fuerte del juzgado federal 5 del tercer piso de Comodoro Py 2002 a la espera de que la Cámara Federal de Casación Penal resuelva si convalida la orden del secuestro para su análisis. Pero la querella expuso ahora que existen otros tres equipos del legislador que deberían retenerse y volvió a criticar a la jueza María Eugenia Capuchetti.
La causa principal por el ataque a la vicepresidenta, que tiene tres detenidos, ya fue elevada a juicio oral. En instrucción quedó una parte en donde se analiza si hubo un autor intelectual. La llamada pista “Casablanca” apunta a Gerardo Milman: un asesor legislativo del Frente de Todos aseguró 23 días después del atentado que 48 horas antes del ataque, había escuchado a Milman en un bar del Congreso decir ‘cuando la maten yo voy a estar camino a la Costa’.
A mediados de agosto, la Cámara Federal, por dos votos a uno, resolvió hacer lugar al pedido del fiscal Carlos Rívolo, que reclamó el secuestro del celular después de que una de sus colaboradoras reveló que habrían borrado el contenido. El fallo dispuso expresas instrucciones a la jueza para garantizar la privacidad y atento a la gravedad institucional del hecho que se investiga. La Cámara de Diputados votó su desafuero para poder facilitar el acceso judicial al teléfono.
En ese contexto, un abogado de Milman se presentó en el juzgado de María Eugenia Capuchetti, para entregar su teléfono, pero advirtió que no avalaba la orden del análisis de su celular, que apelaría a la Cámara de Casación porque se estaban violando sus garantías constitucionales. La Sala II de ese tribunal tiene pendiente esa resolución. En ese contexto, la jueza mantiene secuestrado el celular sin tocarlo.
El celular entregado es una Iphone 14 Pro, que salió a la venta en Estados Unidos después del atentado a CFK y antes de la revelación que hizo el asesor Jorge Abello en tribunales y que terminó involucrándolo en la causa. Lo que la querella denuncia ahora no es solo una demora en la revisión del teléfono y el análisis de sus entradas y salientes sino que “Milman entregó un dispositivo que no tenía (o, al menos, no tenía en uso vinculado con esa línea) antes del atentado y que tampoco utilizó en las diez semanas posteriores (ya que el impacto fue recién el 18 de noviembre de 2022). De esta forma, su actitud supuestamente colaborativa es una burla a la justicia”.
El dato de los otros teléfonos surge de un pedido de informes de la fiscalía a Telecom. Los dos primeros equipos a los que se aluden fueron usados por Milman en diciembre del 2021, nueve meses antes del ataque; y en abril del 2022, cuando para la causa ya estaba en marcha el plan de Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte para matar a CFK. El cuarto equipo se activó el 22 de agosto del 2023, el dia que Miman entregó el tercer equipo a Capuchetti. “Todo esto deja en claro que Milman tiene tres celulares que no entregó. Dos de ellos son los que habría usado al momento del atentado”, afirmó el abogado José Manuel Ubeira en su escrito.
La querella también resaltó que el aparato que entregó “es un dispositivo que no puede ser analizado por la tecnología de análisis celulares disponible si no se conoce el patrón de seguridad, tal como quedó demostrado cuando se quiso peritar el celular de Carolina Gómez Mónaco”, una de las colaboradoras de Milman. “Es evidente que tanto a Milman como a su círculo se los puso en conocimiento de que deberían comprar los últimos aparatos disponibles para preservar su contenido, más allá de los procesos de borrado”, se afirmó.
Una vez más, la querella insistió en apuntar contra la jueza Capuchetti por haber “estorbado” la búsqueda de verdad. Que “la jueza siga lo que marca la prueba y el ordenamiento jurídico, y no intereses políticos o animadversiones personales. Lo que ha hecho Milman al entregar un celular posterior al atentado y ocultar la existencia de otros tres dispositivos es una burla a la jueza, al fiscal y a la víctima”.