A ocho años del crimen de Franco Amaya, el joven asesinado en Carlos Paz

Ocho años pasaron de aquella noche en la que Franco Amaya fue asesinado por la Policía de la Provincia de Córdoba en la ciudad de Villa Carlos Paz. El último sábado 22 de febrero, su mama Laura Cortez, familiares, amigos y colaboradores, se reunieron en la plaza que lleva su nombre y llevaron adelante una jornada de limpieza para recordarlo y exigir justicia.

«En esta plaza siento que vengo a estar con él, que se está hamacando. Siento que le hubiera encantado estar en esta plaza. Tenía 18 años, pero era un bebé. Era un niño que le encantaba jugar. Con la edad que tenía, se subía al pelotero de sus primas»; recordó Laura, emocionada por un nuevo aniversario de la muerte de su hijo.

Desde el 2021, la plaza ubicada en la esquina de Los Gigantes y Av. Perón lleva el nombre de FRANCO AMAYA.

Franco Amaya tenía 18 años y era estudiante secundario. Estaba a punto de recibir su título como peluquero. La noche del 22 de febrero de 2017, Franco y su primo Agustín iban en moto a cambiarse para ir a ver a Ulises Bueno al boliche Molino Rojo. En un control policial mal señalizado y ubicado sobre calle Los Gigantes, Franco recibió un disparo a quemarropa. Las pericias determinaron que le habían fallado los frenos de la moto y no pudo detenerse.

El policía Rodrigo Maximiliano Velardo Bustos (26) fue el autor del disparo. José Ezequiel Villagra (23) era el responsable del control. La investigación de instrucción constató que ambos policías tenían presencia de alcohol en sangre.

En mayo del 2018, la Cámara 11 del Crimen llevó adelante el juicio. Allí, el policía Bustos fue condenado a 12 años de prisión; mientras que Villagra fue absuelto. La presencia de alcohol en sangre de ambos policías fue considerada un atenuante de la condena. «Decimos que hubo juicio, pero no JUSTICIA. Queremos que su nombre siga resonando. Para que no olvidemos lo que pasó con él y para seguir denunciando los abusos policiales. Para que nuestros jóvenes puedan vivir una vida libre de violencias y llena de alegrías»; aseguraron sus familiares.

En 2022 el Tribunal Superior de Justicia de Córdoba ratificó la condena a 12 años de prisión para el policía Bustos y negó la apelación a la familia de Franco. No obstante, se presentó un recurso extraordinario ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación para que se revise el caso. Hasta el día de hoy, allí se encuentra la causa, a la espera de una sentencia por parte de la Corte. 

«Les pido que se pongan un poquito en el lugar de las víctimas. Es muy fácil mandar a alguien preso, mal condenado y que nosotros quedemos esperando. Necesitamos que revisen la condena para llegar a una solución. Pasan los años y yo no sé si este policía no sale en libertad pronto. La condena fue a 12 años, ya pasaron ocho años y los cuatro que quedan pasarán en un abrir y cerrar de ojos. Nosotros nos quedamos más, pensando en que no puede ser, no es justo. El que mata tiene que ser condenado»; remarcó Laura.