Crece el misterio por el caso del hombre descuartizado en Punilla

El brutal asesinato del analista de sistemas Federico Oliva, cuyo restos fueron encontrados cerca de la ciudad de Capilla del Monte, sigue sumando capítulos oscuros que alimentan el misterio. Si bien hay un detenido por el caso, la última persona que lo vio con vida, lo cierto es que todavía se busca determinar qué sucedió y las causas detrás del homicidio. 

Con el correr de los días, se confirmó que el cadáver había sido descuartizado.

La víctima tenía 38 años de edad, había sido vista por última vez el 24 de febrero y fue hallado días atrás en la zona de Escobas, en el norte del Valle de Punilla. Pese al hermetismo que rodea el caso, los primeros informes policiales determinaron que había recibido un balazo y que fue su cuerpo fue mutilado, al punto que habría partes que faltarían de la escena del crimen.

La causa recayó en la fiscal Paula Kelm y trascendió que Oliva vivía en la localidad cordobesa de Río Ceballos, pero era oriundo de Cruz del Eje, donde tenía una tienda y terminal de Pago Fácil. Había logrado hacerse de un buen pasar económico y se había comprado una camioneta Ford Bronco, con la que se dirigió hacia La Falda, donde desapareció sin dejar rastros.

El detenido que tiene la causa, el dueño de una casa de instrumentos sobre la Avenida Edén, declaró que Oliva se había dirigido a Córdoba junto a varias personas que no pudo identificar y que había dejado su vehículo. Fue precisamente él, quien luego habría llevado el rodado hacia la capital cordobesa.

Se trabajan sobre varias líneas investigativas, pero no descarta que haya sido víctima de un «ajuste de cuentas».