Para pasear y estar en contacto con los animales: tres reservas naturales cordobesas

El verano invita a disfrutar de la naturaleza en las sierras de Córdoba, ya sea mediante caminatas por sus paisajes o a través de un chapuzón en las ollas que se forman al pie de sus cascadas. Pero la provincia guarda otros rincones para descubrir, sobre todo para las familias.

Hablamos de las reservas o granjas que permiten estar en contacto con animales y aprender del cuidado del ambiente. Estos espacios se despliegan en distintos puntos del mapa provincial.

1. PUMAKAWA RESERVA NATURAL

Pumakawa es una reserva natural dedicada a la recuperación de la fauna silvestre y a la restauración del monte nativo que se encuentra en Villa Rumipal. Su nombre significa “el que cuida con sigilo al puma” y los pumas, de hecho, son sus grandes protagonistas.

Además, en el lugar se pueden encontrar llamas, guanacos, chanchos pecaríes, águilas y lechuzones orejudos, entre otros. Cada animal tiene su historia, y es posible conocerlas en las visitas guiadas que ofrece la reserva.

En definitiva, se trata de una propuesta interesante para hacer en familia y aprender sobre la importancia del cuidado del medioambiente. Entre los servicios que ofrece hay visitas guiadas, caminos señalizados, un restaurante de campo y tienda de artesanías wichi 

2. RESERVA ESTANCIA TRES ESTRELLAS

Muy cerquita de Villa Carlos Paz se encuentra la Reserva Estancia Tres Estrellas. Rodeada de un entorno serrano, funciona como una granja o ecoparque y tiene diferentes animales (entre ellos, ovejas, cabras, llamas, burros, vacas y aves de corral) que deambulan por el predio.

El lugar ofrece almuerzos y meriendas de campo, cabalgatas y caminatas por senderos y en verano la visita se puede complementar con el acceso al balneario Trompa de Elefante.

3. RESERVA TATÚ CARRETA

Tatú Carreta es una reserva natural de flora y fauna que se encuentra en Casa Grande, entre Molinari y Valle Hermoso. Su predio de 60 hectáreas funciona como un zoológico semiabierto y como centro de rehabilitación de animales autóctonos.

La visita propone dos circuitos: uno se realiza en auto a través de un sendero señalizado y permite el contacto con animales sueltos como llamas, guanacos y ciervos; y otro se hace a pie y recorre distintos habitáculos de animales.