Cuidado con los excesos en embutidos
El consumo desmedido de fiambres y derivados puede afectar considerablemente la salud.Actualmente, el grupo de alimentos que conforman los fiambres y chacinados es objeto de debate entre los especialistas en nutrición por sus posibles efectos negativos sobre la salud, derivados de su consumo en exceso.
En la dieta de los argentinos los embutidos suelen estar incluidos (no es fácil decir que no a una rica picada), y hasta pueden llegar a ocupar un porcentaje considerable. Sin embargo, son pocas las variedades que ofrecen un aporte nutricional importante. Este aspecto tan fundamental depende, en general, de la materia prima y de los ingredientes y aditivos incorporados para su elaboración.
Prevención
A pesar de que muchas veces se pierde noción de las cantidades ingeridas, llevar un control de las porciones es fundamental para poder disfrutar su sabor sin que desemboque en un riesgo para la salud. La mayoría de los fiambres y embutidos que se consiguen en el mercado contienen un alto porcentaje de sal. El exceso en el consumo puede terminar afectando la circulación de la sangre, causando problemas vasculares como la retención de líquidos, entre otros.
En general, se estima que por cada 100 gramos de embutido, se ingieren 1000 miligramos de sodio. Esta cantidad ya es la suma diaria de sal recomendada. Por otro lado, esta clase alimentos también posee aditivos cárnicos, como es el caso de los nitratos y nitritos, que pueden ser altamente perjudiciales en un mediano y largo plazo.
Además, es importante informarse respecto al proceso mediante el cual la materia prima llega a convertirse en la porción que se comercializa. Para la fabricación de los fiambres menos saludables se trituran los restos de carne desechada en la elaboración de otros productos más cotizados (generalmente cerdo). Y luego se mezclan con diferentes condimentos como azúcares, colorantes, especias y conservantes.
El rejunte de estos restos se termina convirtiendo en el embutido que se consume en casa. Por eso, es fundamental conocer la procedencia del alimento y su calidad. Entre los embutidos más grasos y menos recomendables figuran el chorizo, las salchichas, la mortadela, el salame, el salchichón y los patés.
Beneficios
Como todo grupo de alimentos, existen algunos que son más saludables y nutritivos que otros. Y aunque gozan de mala fama, lo cierto es que los embutidos de calidad pueden aportar proteínas, minerales y vitaminas que son muy beneficiosos para el organismo, entre ellos se encuentran el hierro, el fósforo y el potasio.
Los mejores fiambres son aquellos que cumplen la regla de poca proporción de grasas y más cantidad de proteínas. Los elaborados con carnes nobles, por ejemplo, poseen un 10% menos de grasa que los demás, entre los cuales se incluye el jamón cocido y la pechuga de pavo. En un segundo escalón se ubican los embutidos reducidos en grasas como algunos patés y salchichas, en estos casos el porcentaje no supera el 20%.