La «Fatiga Zoom», un nuevo cansancio en cuarentena

Las videollamadas parecen una solución práctica pero conllevan un agotamiento mayor al final del día
lunes, 1 de junio de 2020 · 19:33

La cuarentena trajo consigo un nuevo tipo de cansancio: se llama «Fatiga Zoom», y tiene que ver con nuestra nueva rutina. Muchos de nosotros tuvimos que adaptarnos al nuevo ritmo que propone el aislamiento y pasamos varias horas al día conectados a videollamadas por asuntos laborales o para asistir a clase.

A pesar de que ahora estamos en nuestras casas y no nos desplazamos de ninguna forma, terminamos el día más cansados que antes. Esta falta de energía es un signo clásico de un estado depresivo. El uso de la tecnología puede derivar en esto.

Cuando nos reunimos de manera virtual por medio de las videollamadas, ya sea con compañeros de trabajo, clientes, amigos o familiares, la imagen que vemos a través de la pantalla no es la misma que la que vemos normalmente.

Aunque podemos ver las caras en la pantalla y vemos cómo se mueven las personas, la imagen es más fija y rígida que de costumbre. Cuando estamos cara a cara, en cambio, hay un nivel más alto de intimidad, porque se combinan la imagen y el sonido con la presencia de un cuerpo.

Al conectarnos a una videollamada, tenemos que mantener un nivel de concentración más alto y mirar siempre a una pantalla, la repetición de esta rutina es agotadora y nos aburre a un nivel más intenso que cualquier otra reunión presencial. Es por eso que lo virtual nunca podría reemplazar la verdadera conexión humana.

La aflicción que se conoce como «Fatiga de Zoom» es mucho más que la consecuencia de asistir a demasiadas reuniones. Los sociólogos dicen que es el resultado de la repentina adopción masiva de tecnología que está interrumpiendo la forma de comunicación normal, instintiva y finamente adaptada que se desarrolló para ayudar a los humanos a sobrevivir.

Antes de la pandemia, Zoom apenas era conocido por el público. La compañía, de nueve años de edad, asistió principalmente a empresas, organizando muchos seminarios web y cursos de formación. En los últimos meses se ha convertido en un elemento básico en muchos hogares, pasando de tener 10 millones de personas participando en reuniones a finales del año pasado a tener 300 millones de usuarios en abril.

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