Estas son las consecuencias de no sacar a pasear a un perro
Cuando hablamos del bienestar de un perro, muchas veces insistimos en la importancia de que este salga a pasear diariamente, pues compartir tiempo de calidad con tu perro, así como que este realice ejercicio, es de vital importancia para su correcto desarrollo y bienestar.
Contrariamente, son muchas las consecuencias de no sacar a pasear a un perro. Y por desgracia, estas tienen un gran impacto negativo en su salud, carácter y convivencia con el, ya que al no realizar esta actividad, tu perro no recibirá todos los beneficios que le aporta el pasear.
¿Es necesario sacar a pasear al perro?
Primero de todo, debemos tener en cuenta que la rutina de paseo de un perro no es un capricho de este, sino una necesidad, pues los perros, como muchos otros animales, no están hechos para estar quietos. En la naturaleza, lo normal en la mayoría de animales es que estos se desplacen y exploren su entorno en busca de agua y comida.
Sin embargo, al acoger un perro en casa, este tiene a su alcance el sustento que necesita para sobrevivir, pero para tener un perro feliz y saludable, este necesita estimulación y realizar ejercicio a diario mediante el paseo. Veamos entonces, cuáles son los beneficios que le aportan a tu perro el salir a pasear:
Ejercicio
Del mismo modo que nosotros, los perros necesitan realizar ejercicio diario para mantenerse en forma y no padecer problemas de salud a largo plazo, especialmente si tu perro es hiperactivo.
Estimulación
El perro necesita explorar su entorno mediante sus sentidos, eso le proporciona una estimulación mental que le mantiene activo, ya sea mediante el olfato, la vista, el oído, el tacto y el paladar. Así como también trabaja la propiocepción si tiene la oportunidad de andar por distintos terrenos y obstáculos.
Erróneamente, muchas personas creen que al tener una casa con un terreno o jardín amplio, el perro ya tiene esta necesidad cubierta. Sin embargo, por más espacio que disponga el animal, si este siempre es el mismo, este no tendrá la necesidad de salir a explorarlo pues los estímulos serán siempre los mismos, y no tendrá la necesidad de moverse para buscar alimento. Sacar a pasear el perro es necesario para que este conozca cada día elementos nuevos.
Aprendizaje
Al salir a pasear, el perro se encuentra con situaciones nuevas que afrontar. Es en estas circunstancias, podemos guiarle sobre cómo debe comportarse mediante el refuerzo positivo, de modo que las próximas veces que se encuentre en la misma situación, se encontrará seguro, ya que tendrá unas pautas claras sobre lo que puede o no hacer.
Por ejemplo, si al salir a pasear ve por primera vez un gato, deberás mantener una actitud tranquila e indiferente, dejar que lo huela de lejos y premiarlo si no se altera. De esta forma, es bastante probable que la próxima vez que vea un felino se encuentre calmado y confiable, aunque eso no significa que puedas soltarlo, pues no sabes como reaccionará si se acerca.
Socialización
Del mismo modo, pasear a tu perro le da la oportunidad de conocer a otras personas y perros de lo más variados. Esto le brindará la oportunidad de aprender a relacionarse adecuadamente con otros individuos y a tener un perro con un carácter seguro hacia los desconocidos.
Ahora bien, siempre deberemos asegurarnos previamente que el otro perro sabe relacionarse de forma amigable para evitar malas experiencias, pues algunos perros tiene dificultades en relacionarse con los de su especie debido a malas experiencias pasadas o a una mala socialización de cachorros.
Fortalecer el vínculo con el dueño
Pese a que seguramente tu perro te adora, salir a pasear con este es de vital importancia para afianzar un vínculo con este. Esto es debido a que, como hemos comentado, estableces una obediencia básica y, por lo tanto, una forma de comunicación entre ambos, así como también tu perro te asocia con una actividad de lo más placentera, como explicamos en 10 razones para pasear a tu perro.
¿Cuántas veces sacar al perro al día?
Ahora que ya conoces por qué es de vital importancia que saques a pasear a tu perro, será necesario que conozcas cómo debería ser la rutina de paseo que establezcas con tu perro.
Primero de todo, cabe recalcar que cada individuo es un único y, por este motivo, no existe una rutina que sea estandarizaba a todos los perros, sino que dependiendo de factores como la raza, la edad o la condición física cada can tendrá sus necesidades específicas, las cuales es necesario conocer.
Sin embargo, sean cuales sean las características de tu perro, todos deben salir diariamente entre 2 y 3 veces distribuidos a lo largo del día, dependiendo de la duración del paseo. Por lo que respecta al tiempo recomendado de paseo, este deberá ser de entre 20 y 30 minutos dependiendo del número de paseos o, si por circunstancias puntuales, solo podemos sacarlo una vez al día, este deberá durar como mínimo una hora. Del mismo modo, como lo más común es que el perro salga a fuera a hacer sus necesidades, obviamente, con un solo paseo no será suficiente, pues tendrá que aguantar demasiado tiempo y lo acabará haciendo dentro de casa.
Como hemos comentado, deberás informarte sobre las necesidades individuales de tu perro o de tu futuro perro, si estás pensando en acoger uno y quieres saber cuál se adaptará mejor a tu estilo de vida. Es decir, si es de una raza más bien activa, no podremos limitarnos a sacarlo una vez al día. De la misma forma, un perro joven deberá salir más a menudo que uno mayor, pues este tiene más energía, además que la socialización, estimulación y aprendizaje serán claves para que forme un carácter confiable y estable en un futuro.
¿Qué pasa si un perro no sale a la calle?
Es una realidad que no sacar a pasear un perro le perjudica directamente en su salud física y mental, así como perjudica la convivencia con este en el hogar. Por esta razón, antes de acoger un perro en nuestra familia, es necesario plantearse si se le podrá atender como es debido, pues lamentablemente, existen personas que no han tomado conciencia de esta responsabilidad antes de acoger un cachorro, lo que muchas veces deriva en su abandono una vez ya es adulto y ha empezado a manifestar problemas de comportamiento. Por esta razón, veamos cuáles son las consecuencias más habituales:
Problemas de salud
El ejercicio físico es necesario para cuidar el cuerpo y la mente. Contrariamente, si un perro no sale a pasear fácilmente puede empezar a subir de peso de forma desmesurada, pues comerá más de lo necesario debido a la ansiedad o al aburrimiento y no quemará estás calorías extras, desembocando problemas como:
- Obesidad.
- Diabetes.
- Debilidad muscular.
- Dolores de articulaciones.
Hiperactividad y estado de ánimo irritable
No cubrir las necesidades físicas de tu perro acabarán afectando gravemente en su carácter, ya que estar encerrado en un espacio sin poder cansarse, implica que el perro acaba con un exceso de energía la cual no puede derivar hacia la realización de ninguna actividad con la que agotarse, por lo tanto, se encontrará frustrado, aburrido y fácilmente alterable ante los estímulos excitantes, como objetos en movimiento, ruidos o, gente y perros paseando por la calle.
Problemas de comportamiento
Esta es sin duda la consecuencia más fácilmente observable a corto plazo, pues relacionado con el punto anterior, debido a este exceso de energía la cual no puede redirigir en ninguna actividad física, el perro empezará a desarrollar múltiples problemas de comportamiento, como:
Ladridos: ya sea para llamar la atención de sus propietarios, como consecuencia de alterarse ante algún estímulo externo o en caso más grave, debido a una estereotipia (conducta compulsiva).
Romper objetos: la necesidad de realizar actividad, genera ansia y frustración la cual el perro dirige a distintos elementos de hogar. Por esta razón, no es extraño ver que el perro haga destrozos, ya sea romper plantas, su cama, etc.
Micción y defecación inadecuadas: generalmente, es preferible educar a un perro a hacer sus necesidades fuera de casa. Ahora bien, si no le sacas a pasear lo suficiente, obviamente no le estarás dando la opción a que lo haga. Además, una vez un perro ha aprendido a hacer sus necesidades en casa, será necesario realizar un lento proceso de reeducación para que aprenda a hacerlo fuera.
Comer de forma excesiva: el aburrimiento puede dar pie a que el perro se distraiga con lo único que tiene a su alcance, en este caso la comida. Así como también ante la ansiedad también asociamos que el perro coma en exceso. Algunas veces, incluso si el perro no tiene comida a su disposición, podría desarrollar un síndrome de pica y, por lo tanto, empezar a ingerir objetos no aptos para el consumo, como papel, tierra, ropa…
Agresividad: como hemos visto, el perro que no pasea puede desarrollar un carácter irritable. Esto puede dar pie a malas experiencias y situaciones comprometidas, las cuales pueden desembocar en que el perro realice conductas agresivas como, gruñir cuando te acercas a su bol de comida, juguetes, etc. Por desgracia, esta clase de comportamientos a largo plazo pueden llegar a afianzarse de mala manera.
Inseguridad y protección del territorio: debido a una carencia en conocer estímulos nuevos, es natural que el perro pueda desarrollar un carácter más bien asustadizo ante cualquier elemento desconocido que incorpores al hogar. Del mismo modo, también es natural que esta inseguridad cree la necesidad de proteger aquello que es de su propiedad ante extraños. Por lo tanto, en estas situaciones, es habitual observar perros excesivamente vigilantes con su territorio, por ejemplo, ladrando cada vez que se acerca alguien a la puerta o cuando hay invitados.
Por último, es importante entender que si tu perro tiene un problema de comportamiento derivado de la falta de ejercicio, no será suficiente con reeducarlo para corregir la conducta. Y es que, cuando queremos solucionar una problemática con un perro, es necesario conocer si este tiene su bienestar cubierto, es decir, si el propietario atiende a todas la necesidades esenciales del animal.
Ya que los problemas de comportamiento, a parte de ser consecuencia de un mal aprendizaje, muchas veces son derivados de conductas, las cuales son naturales en el perro, pero no puede realizar adecuadamente, como en este caso, por la falta de ejercicio y estimulación que le ofrecería el paseo.