Así debes preparar a tu perro o gato para la nueva normalidad
El regreso a la rutina puede generar en perros y gatos ansiedad, frustración, miedo y aburrimiento.La pandemia y todos los cambios relacionados no solo afectan al ser humano, sino también a los perros de las familias. Si en las últimas semanas algunos de los canes pueden no haber llevado bien las restricciones de los paseos, con el regreso a la nueva normalidad, algunas mascotas podrían padecer anímicamente al dejar de ver tanto a su dueño o su familia humana. Los veterinarios alertan de posibles secuelas tras la cuarentena.
“El estrés no es exclusivo de los humanos, nuestras mascotas se pueden complicar si están tensionadas todo el tiempo: no salen al parque, no ven a otros perritos, no salen de casa por estos días”, explica Rodrigo Rondón Herz, miembro de la directiva del Colegio Médico Veterinario del Perú.
“En el caso de los gatos es distinto. Se estresan por otros motivos como los cambios en el medio ambiente de la casa. Ellos sufren la cuarentena diferente”, apunta el veterinario, que recuerda el carácter más dominante de los felinos de la casa. “Lo que el gato pide es tiempo de calidad, no quiere que estés con él todo el día. Lo que busca es que le hagas cariño cuando él quiere, que es muy distinto”. apunta.
Hay perros que han estado más estresados de lo normal por la limitación en tiempo y en distancia de unos paseos en los que, además, no han podido interactuar o jugar con otros canes. Sin embargo, los principales problemas pueden venir ahora. Porque, aunque las salidas han sido más cortas, todos los engreídos han agradecido pasar más tiempo con sus familias humanas.
"Lo que tenemos que hacer ahora es enseñarles que hay una nueva realidad y tenemos que acercarlos a ella. Los canes han visto modificadas unas rutinas que volverán a cambiar y que ellos entenderán qué es lo que está pasando si se adoptan algunas conductas", añade Rondón.
Y sostuvo: “No es tan complicado adaptarlos a esta nueva realidad. Por ejemplo: se puede hacer el ademán que uno se va de la casa y regresas en unos pocos minutos para ver cómo se comporta. Ellos no entienden nuestro idioma, pero sí nuestro comportamiento. También hay que empezar a hacer paseos cortos a horas adecuadas, cuidándonos nosotros también. Jugar con ellos de manera adecuada, con una pelota en el caso de los perros o en los gatos con juguetes”
Ladridos o llantos excesivos, destrozos o que los animales orinen o defequen dentro de casa cuando antes no lo hacían, serán algunas señales de alarma. Si el problema con nuestra mascota persiste, Rondón Herz recomienda ponerse en contacto con un veterinario de manera inmediata.