Mascotas: ¿Nosotros elegimos a los gatos o ellos nos eligen?

sábado, 2 de abril de 2022 · 10:08

Puede que alguna vez hayas escuchado decir que son los gatos quienes nos eligen y no nosotros. Quizá creas que no es cierto, puesto que seguramente fuiste tú quien escogiste acoger en tu hogar a tu felino. Ahora bien, debemos decirte que este dicho popular no está del todo equivocado. Los gatos son animales inteligentes e independientes, por este motivo, no creas que se sentirán forzados a vivir contigo si no se encuentran a gusto.

¿Cómo es la relación entre un gato y una persona?

Es muy importante entender este punto, puesto que los gatos no tienen dueño. Es decir, el significado de dueño implica ser propietario de algo y los gatos, obviamente, son seres vivos con los que convivimos, los cuales no se perciben a ellos mismos como "de alguien". Por lo tanto, no tienen absolutamente ninguna obligación de quedarse con nosotros.

Más bien, estos son animales sociales que necesitan sentirse acompañados para sentirse a gusto y seguros. Por esta razón, estos animales escogen compañeros con los que vivir, los gatos eligen un guía, una persona, o varias, de referencia a la que seguir, no un amo. Desde nuestra perspectiva, es posible que nosotros nos llamemos dueños debido a que acoger un gato implica una responsabilidad legal, pero lógicamente es contradictorio llamar objeto a un animal, puesto que es un sujeto con carácter y motivaciones propias.

Aclarado esto, debemos entender que un felino que no esté a gusto en su hogar o con los integrantes de su familia, se marchará para buscar un entorno más favorable para él. Es comprensible, ya que, ¿acaso nosotros no escogemos también con quién relacionarnos? 

¿Cómo eligen los gatos a sus compañeros?

Llegados a este punto, seguramente te estés preguntando qué es lo que estás haciendo bien con tu compañero felino para que seas tan afortunado de que este quiera estar contigo. La explicación es que esto se debe a que las bases de su bienestar están cubiertas gracias a ti y, por lo tanto, no tiene necesidad de irse, ya que se encuentra cómodo.

Primero de todo, eres quien suple sus necesidades fisiológicas, como por ejemplo, una dieta adecuada. En caso contrario, no sería extraño que se fuese a vivir a casa del vecino si este le diese de comer y en casa no tuviese suficiente. Es por lo tanto dependiente de ti a la hora de alimentarse, aún más si no sabe cazar, cosa bastante común en los gatos domésticos que no han tenido dificultades y por lo tanto no han necesitado “buscarse la vida”.

Seguidamente, gracias a ti, tiene un entorno adecuado, el cual considera su territorio. Se siente en un espacio seguro y aislado de amenazas externas, tiene además un lugar limpio donde hacer sus necesidades (normalmente, su caja de arena), un lugar en el que descansar a gusto, etc.

Además, normalmente sus necesidades sociales también están cubiertas, y es que aunque suelen ser independientes, a los gatos les agrada pasar tiempo en compañía, ya sea con otros gatos o con nosotros. Por esta razón, los distintos integrantes de la familia forman parte de su grupo, y eso le crea un sentimiento de pertenencia y de seguridad, puesto que se siente protegido. Cabe recalcar que en caso de acoger un nuevo miembro a la familia (otro gato, un perro, un hijo…), es habitual que este cambio genere estrés en el gato, puesto que es alguien externo a su familia y por lo tanto en un principio podría percibirlo como hostil, siempre y cuando no lo introduzcamos de forma progresiva y adecuada. 

Los factores anteriores suelen ser los más determinantes a la hora de saber cómo los gatos eligen a sus "dueños", "dueños" entre comillas porque, recordemos, lo correcto es decir compañeros. Ahora bien, es posible que te hayas fijado en que tu gato prefiere pasar más tiempo con algunas personas. Este hecho es debido a que los gatos prefieren a las personas que saben cómo interactuar con ellos. Veamos en que se caracterizan: Saben relacionarse con él, respetando sus límites.

Los gatos suelen acercarse a las personas que no “les agobian demasiado”. Generalmente, estas personas saben cuándo el gato les está pidiendo que se detengan (de acariciarlo, por ejemplo), cosa vital para poder respetarlo y que este confíe en ti.
Asocian su presencia con algo positivo. El gato se fija en que integrantes de su familia le aportan más cosas positivas. Por ejemplo, si habitualmente pasan tiempo jugando con él (cuando el gato quiere jugar) o si es la persona que le da de comer.

Evitan el castigo. Las personas podemos perder la paciencia muchas veces cuando tratamos de convivir en armonía con una mascota. Ahora bien, nunca debemos reñir a un animal, puesto que para este, la agresión física o un grito estarán completamente injustificados y le generarán miedo. Los gatos son particularmente sensibles a estas situaciones y se volverán de carácter huidizo en caso de que se haya dado esta clase de malas experiencias (aparte de generarles estrés y malestar). Por eso, siempre recomendamos técnicas más beneficiosas para la relación, como el refuerzo positivo o redirigir conductas que consideremos inadecuadas, como arañar los objetos de casa.

¿Cuántos dueños tiene un gato?

Ninguno. Como hemos dicho anteriormente, los gatos no tienen dueños ni amos, tienen compañeros con los que comparten su vida. Dicho esto, reformulamos la pregunta a: ¿cuántos guías o cuántas personas "favoritas" tiene un gato?, entendiendo como "favorita" como parte de su núcleo social más cercano. En este caso, los gatos pueden tener más de una persona favorita o de referencia, de manera que no tienen por qué seguir o demostrar su afecto a una única persona. Como decimos, lo importante es le vínculo establecido con el gato, la forma en la que nos relacionamos con él y convivimos. Si el gato se siente seguro, protegido y a gusto, puede tener más de un compañero.

¿Qué hacer para gustarle a tu gato?

Si convives con un gato y observas que este más bien rehuye de ti, es posible que prefiera vivir en tu hogar porque sus necesidades fisiológicas están cubiertas (comida, agua…), pero no se encuentre a gusto cuando interaccionas con él. Primero de todo, ¡no te acomplejes, ya que todos debemos aprender! Y piensa que cada felino tiene sus propias peculiaridades y formas de interaccionar con los humanos. Por este motivo, querer entender a tu gato ya es un buen inicio para empezar a caerle bien.

Muchas veces, los felinos suelen mostrarse ariscos con nosotros porque somos excesivamente cariñosos; queremos acariciarles en momentos en que prefieren estar solos, queremos jugar con ellos cuando están tranquilos. Es muy importante entender el lenguaje corporal del gato para conocer cuándo te están poniendo límites, para así poder respetarlos. De lo contrario, estos podrían desconfiar de nosotros e incluso llegar a enfadarse y hacernos daño si les agobiamos demasiado.

Debemos también tener presente que cada individuo es único y que, por lo tanto, puede que conozcas un gato muy tranquilo y afectuoso y resulta que el tuyo es más bien activo e independiente, por lo cual no necesite tantas muestras de afecto. Encontrar el modo más adecuado con el que relacionarte con tu gato ayudará a que este te coja afecto con facilidad. Tal vez sea un felino más bien juguetón y le chifle jugar contigo o, contrariamente, puede que sea un gato más bien tranquilo que no quiere ni ver los juguetes que le presentas.

Además, trata de no ser tú quien inicie siempre la interacción. Fíjate en los momentos en los que tu gato se acerca a ti, puesto que en estos momentos este sí quiere pasar tiempo contigo. Puedes además premiarlo con algún obsequio, como golosinas o malta, de esta forma te verá como alguien realmente gratificante.

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