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8 cosas que temen los gatos sin control

martes, 4 de enero de 2022 · 10:44

Las personas desconocidas

Todos sabemos que hay gatos que aman a cada persona que entra por la puerta. Son ejemplares únicos en su especie, pero los hay. Sin embargo, lo normal dentro del mundo gatuno es que sean más bien recelosos de los desconocidos y en realidad, tiene todo el sentido del mundo.

Los felinos son animales muy precavidos y siempre prima su supervivencia. Ellos no pueden saber cómo va a ser esa persona desconocida y al principio, pueden llegar a temerla porque puede resultar ser una amenaza. Es por eso que tomarán todas las medidas de distanciamiento posible hasta que veas que pueden fiarse

Las aspiradoras y los secadores

Estos dos objetos es normal que causen temor dentro del mundo gatuno. Son objetos que sin previo aviso pueden causar una gran cantidad de ruido y además succionar o expulsar aire. Como ya comentamos en otros artículos, los felinos no llevan nada bien los ruidos fuertes porque tienen mucha capacidad auditiva.

En el mundo de la naturaleza, extraña vez vas a encontrar un ruido como el de una aspiradora o un secador. Lo normal es tener un oído potente para escuchar todo tipo de animales que te puedan estar siguiendo y así esconderte o tener un buen oído para seguir a tu presa y cazarla.

Este tipo de sonidos constantes pueden dañar mucho a tu gato y causar incluso sordera por lo que se recomienda que cuando lo tengas que utilizar, pongas al gato en la habitación más lejana con la puerta cerrada, para que no sufra.

Los globos

Los globos son uno de los objetos que causa más temor a los gatos y es que, no pueden razonar lo que ven. Un objeto inmóvil en el cielo que se mantiene flotando. Lo primero que pensarán es que es una gran amenaza que viene a cazarlos. ¿Te imaginas un bicho enorme con forma de globo que se acerca a ti?

¿No echarías a correr lo más rápido posible? Pues los gatos igual. Siempre puede haber excepciones, pero lo normal es que tengan mucho temor. Si encima explota, mucho peor. Es por eso que conviene evitar tener globos si tienes gatos también.

Los perros

Es cierto que se puede hacer un desarrollo de adaptación entre un perro y un gato. Por ejemplo, si tienes un gato cachorro y convive desde pequeño con un perro, lo más seguro es que no desarrolle problemas de conducta ni se sienta estresado porque es un animal con el que ha convivido siempre.

Sin embargo, lo que suele ser un problema es para los gatos adultos que no han convivido antes con perros. Esto puede ser una total desgracia para ellos ya que son animales muy territoriales y ver que tienen que compartir ese espacio que siempre ha sido de ellos con otro animal, les corroe. Además, los perros suelen ser mucho más anérgicos y tienden a perseguir a los gatos para jugar con ellos mientras que ellos huyen porque no los quieren cerca formándose un círculo de estrés.

Lo mejor es evitar que un gato adulto tenga que convivir con un perro y si decides hacerlo, tendrá que ser de manera muy paulatina y con consejo del veterinario.

Las tormentas

Las tormentas son otro de los focos que genera temor y estrés en los gatos. Esto es de las pocas cosas no generadas por el ser humano que puede asustar mucho a un felino. Al fin y al cabo, siguen el mismo principio que la aspiradora y el secador, pero peor si son tormentas fuertes.

Son ruidos muy potentes que salen de la «nada». El gato no puede predecirlo y piensa que es algo que puede atentar contra su integridad haciendo que se sienta atemorizado. Lo mejor es ponerlo en una habitación donde pueda estar lo más aislado posible del sonido y acompañarlo con nuestra presencia ya que le hará sentir mucho más seguro. Es bueno acariciarlo tranquilamente, pero siempre dejándole su espacio.

La mirada fija

Siempre hablamos del beso gatuno que es cuando miras a tu gato con relajación, parpadeas tranquilamente y desvías la mirada. Esta es la manera que tiene tu gato de decirte que se siente cómodo con tu presencia. Sin embargo, un ligero cambio tiene un resultado totalmente diferente.

Cuando mantienes la mirada a un gato le estás desafiando. Esto ocurre con muchos otros animales y es que cuando quieres desafiar su poder, has de mirarles directamente a los ojos. Es una manera de decirle no te tengo miedo y no te desvío la mirada.

Por lo tanto, conviene evitar esto con los gatos ya que se pueden sentir incómodos e intimidados. Es algo que realmente no queremos transmitirle a un gato ya que el vínculo que se establece no es de poder sino de amor.

Las sorpresas

Con esto nos referimos a cualquier tipo de sorpresa. Estas se suelen hacer mucho como «una broma», pero hay que reflexionar sobre esto porque los gatos no tienen la capacidad de diferencia algo real de lo que es una broma. Ellos lo están viviendo como algo que les puede matar, literalmente. Por ejemplo, si te escondes y los asustas con una máscara.

Lo primero que van a pensar es que eres un ser vivo desconocido que lo puede cazar. Hay que entender la gravedad de la situación ya que los pones bajo un estrés horrible. Si al menos ven tu cara, te pueden reconocer, pero olvídate de poner máscaras y no copies los vídeos que ves por Internet porque son gente que no se ha parado a reflexionar esto ni por un minuto.

Por lo tanto, no los sorprendas con objetos, poniéndote máscaras o con cualquier cosa que les haga pasar un mal rato porque solo les generas ansiedad y estrés de manera gratuita. No sacan nada bueno de la experiencia.

Los fuegos artificiales

Al igual que las aspiradoras, los secadores, la música alta y las tormentas, los fuegos artificiales causan temor en los felinos. En realidad, tienen el mismo efecto que una tormenta fuerte, pero la diferencia es que los fuegos artificiales podrían ser evitados mientras que las tormentas no.

Hay que hace los mismo, ponerlos en la habitación que esté mejor insonorizada y tratar de distraerlos y calmarlos. Puedes intentar poner la música gatuna que les suele gustar a ver si así se consiguen distraer. Te la dejamos AQUÍ.

Los fuegos artificiales, sin duda, es algo que tiene que dejar de hacer la sociedad porque no tiene puntos positivos para los seres vivos, salvo para nosotros. Es una manera de actuar muy egoísta.

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