¿La vitamina D ayuda a combatir el Covid-19?

miércoles, 9 de febrero de 2022 · 18:29

Conocida como la vitamina de la “luz del sol”, la vitamina D cumple múltiples funciones en nuestro organismo. Ésta se produce gracias a la exposición solar y a una correcta alimentación. 

En pasados días, la plataforma Cochabamba Sin Virus afirmó que el consumo de esta vitamina ayuda a prevenir y combatir el Covid-19. Se cree que es biológicamente posible que tenga un efecto positivo frente al virus debido a que fortalece el sistema inmunológico y puede reducir el riesgo de ciertas infecciones virales y bacterianas de las vías respiratorias.

Si bien los datos científicos aún no son concluyentes, es biológicamente posible que la vitamina D tenga un efecto positivo frente al Covid-19, tanto en la prevención como en su mejor evolución. 

Según explicó Belén Zanchetta, directora médica del Instituto de Diagnóstico e Investigaciones Metabólicas (IDIM), la vitamina D ha demostrado reducir el riesgo de otras infecciones virales y bacterianas de las vías respiratorias, mejorando la respuesta inmunológica.

Por otra parte, estudios recientes destacan que las personas con mayor riesgo frente al coronavirus coinciden con quienes suelen tener un mayor déficit de vitamina D.

El estudio “Asociación entre las tasas de positividad para sars-cov-2 y niveles en sangre de vitamina D” aporta información valiosa con el potencial de cambiar la forma en de afrontar la pandemia. Analizaron a 191.779 personas y, al evaluar los niveles en sangre de vitamina D durante los 12 meses previos, encontraron que aquellas con deficiencia o valores bajos tenían mayores tasas de tests positivos para Sars-Cov-2 que aquellas con valores adecuados de vitamina D. En otras palabras, menor vitamina D se asoció con mayor positividad para Covid-19.

El especialista inmunólogo Leonardo Iranzo indicó que el 80 por ciento de la población tiene niveles inadecuados de vitamina D para lidiar frente a las infecciones, y entre ellas al coronavirus.

“Ya está probado en diversos estudios que se puede disminuir la mortalidad en al menos un 60 por ciento cuando se tiene un adecuado suministro de vitamina D con respecto a quienes tienen niveles deficientes de vitamina D".

Iranzo, recomendó exponerse al sol de mediodía de 15 a 20 minutos para producir 10 mil unidades de vitamina D y recomendó a la población tomar suplementos de alta dosificación o consumir alimentos como pescado, huevos, atún y lácteos, entre otros.

Sin embargo, un nuevo estudio científico, realizado en Canadá y cuyos resultados se publicaron a principios de junio en la revista Plos Medicine, ha demostrado que tener niveles altos de vitamina D no previene la enfermedad ni las complicaciones. Pero si existe una deficiencia, es un problema para la salud en general.

El estudio, liderado por Guillaume Butler-Laporte y Tomoko Nakanishi, apunta que las pruebas genéticas no apoyan la vitamina D como medida de protección contra esta enfermedad.

“No observamos evidencia que apoye una asociación entre los niveles de vitamina D y la susceptibilidad, gravedad u hospitalización de Covid-19. Por lo tanto, la suplementación con vitamina D como medio de protección contra el empeoramiento de los resultados por la infección no está respaldada por evidencia genética. Se debe dar prioridad a otras vías terapéuticas o preventivas en los ensayos controlados aleatorios”, concluyen los autores.

Hasta la fecha, no hay evidencia científica suficiente para sugerir que la efectividad de tomar suplementos alimenticios con vitamina D reduzca la infección y las complicaciones de Covid-19. De hecho, en todo caso, la literatura científica disponible parece apuntar en la dirección opuesta, es decir, la inutilidad sustancial de estos suplementos en personas sanas.

Sin embargo, el estudio no se puede definir como concluyente, en primer lugar porque se centró en personas con una predisposición genética a tener concentraciones más altas de vitamina D, mientras que no se centró en las deficiencias de esta sustancia. Otra limitación de este estudio, que no debe subestimarse, se refiere al hecho de que sólo se consideraron personas de origen europeo y norteamericano, descuidando así la variabilidad entre diferentes grupos étnicos que, como para otras patologías, podrían influir.

En definitiva, como admiten los propios científicos, es necesario investigar más a fondo el tema antes de llegar a respuestas definitivas. Sin embargo, lo que se sabe con certeza es que las personas que no sufren de falta de vitamina D no tienen por qué tomar suplementos.

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