jardineria

Los beneficios de tener lavanda en casa

martes, 14 de noviembre de 2023 · 09:03

En el interior de las casas no puede faltar la lavanda. Su color violeta, sus flores hermosas y su aroma inconfundible son un combo reducido de solo algunos puntos a favor que tiene para elegirla entre los dudosos.

Beneficios

Con la llegada del calor, la presencia de insectos que pueden ser peligrosos para la salud -como el dengue- es una moneda corriente en los lugares cerrados o con cantidad de agua acumulada. La lavanda es especialista en espantar principalmente a los mosquitos. 

Por otra parte, gracias a sus tonos vivos y su forma a medida que crece, es ideal para tenerla en el jardín, así como también en una maceta en el interior u optar por un racimo en la habitación. Si se la ubica cerca de la puerta de acceso desde el patio, puede espantar a los alacranes platenses o plagas de las plantas.

Su tonalidad agradable ayuda a dormir mejor, a la vez que su aroma reduce el estrés y mejora notablemente a sentirse en calma. Por ello, es común ver que los fanáticos de la lavanda tengan aunque sea unas ramitas en la habitación.

El avance de la ciencia logró que trascienda las fronteras comúnmente conocidas y llegue hasta la gastronomía. Así como se lee, cada vez son más las recetas que la utilizan para darle el toque final al plato a la vez que aporta una fragancia inconfundible y delicada.

Historia

La lavanda no es originaria de Argentina, muy por el contrario. Su nombre proviene de Lavandula que en latín es ‘lavare’ (lavar). Se la encontró por primera vez -y se determinó su origen- en la zona sur de Europa y el norte africano.

Es un arbusto más bien bajo, que no supera el metro de alto en su tierra natal. Cuenta con alrededor de sesenta especies en su composición total y es de las más elegidas para aromatizar los hogares y espacios cerrados.

Necesita por lo menos seis horas de luz y es amiga de las temperaturas altas. Por consiguiente, no se lleva bien con los meses de climas fríos como el otoño o invierno.

Se puede mantener cuidada tanto en exterior, con la cantidad de luz adecuada, o en el interior dentro de una maceta en la que tenga bien dispuestos los espacios tanto para su crecimiento como para su drenaje.

Este último punto es importante ya que necesita poca agua. Es preferible utilizar una tela o esponja para hidratar las ramas y flores, en pos de que no genere hongos. Los riegos deben ser semanales. 

¿Es una planta sencilla de cultivar?

La lavanda (Lavandula officinalis) es una de las aromáticas más habituales en los jardines españoles. Y no es de extrañar, debido a su facilidad de cultivo y a sus muchas cualidades: ¿qué otra planta nos regala este precioso color entre azulado y violeta? ¿Cuál destila ese perfume especial que nos inunda sin embriagarnos?

Este arbusto leñoso perenne, que puede llegar a alcanzar el metro y medio de altura, presenta en su época de floración unas flores pequeñas y con forma de espiga del maravilloso color azulado que todos conocemos.

Su esencia rústica hace que pueda subsistir en casi cualquier espacio, y que resulte de lo más sencillo de cultivar, aunque para tenerla perfecta tendrás que buscarle el lugar idóneo.

¿Cómo elegir su ubicación en el jardín?

Si quieres saber cuál es el mejor lugar de tu jardín para plantar la lavanda tendrás que conocerla un poco. Saber que, a pesar de ser una planta fuerte y resistente, necesita estar en un espacio soleado para crecer feliz.

Le vendrán bien unas 6 horas de sol al día, por lo que no debes plantarla cerca de árboles de sombra que le puedan robar los rayos directos del astro rey.

Las plantas de lavanda necesitan espacio para estar aireadas y crecer en todo su esplendor. Sepáralas de otros ejemplares.

Además del jardín, el huerto puede ser un escenario perfecto para plantar lavanda, ya que atrae a insectos polinizadores como las abejas. Al aumentar la cantidad de flores polinizadas, crece también la producción del huerto.

¿Cuál es el suelo que le conviene?

Aunque cualquier sustrato puede ser adecuado para la lavanda, prefiere los suelos alcalinos que presentan un pH elevado. Por eso, si tu suelo es ácido no estará de más que apliques cal para aumentar su pH, o un sustrato específico. Tendrás que hacer esta operación de vez en cuando para mejorar el desarrollo de la lavanda.

Por otro lado, es fundamental que el sustrato drene de forma adecuada para evitar el encharcamiento a la hora de regar, algo que la lavanda no va a tolerar. Para lograrlo conviene que el suelo sea bastante arenoso.

¿Cuándo es el mejor momento para plantarla?

¿Se puede plantar la lavanda en cualquier época del año? ¿Conviene hacerlo en un momento específico? La respuesta es sí: el otoño es la estación perfecta para plantar lavanda en el jardín, debido a las temperaturas frescas, a las lluvias todavía moderadas y a que no hace tanto sol.

Colócala en tu jardín en otoño y la tendrás preciosa y florecida la siguiente primavera. Es importante preparar el terreno antes de plantar, añadiendo turba para que tenga un buen drenaje.

Si es demasiado pobre en nutrientes, enriquécelo con un poco de abono adecuado. Ya solo tienes que cavar un buen agujero, colocar la raíz de tu planta, rellenar, presionar y regar de forma abundante.

¿Cómo ha de ser el riego?

Una de los rasgos de la lavanda que la convierten en una planta tan resistente es que necesita poco agua para crecer y desarrollarse. Soporta bien la sequía y no le importa que el riego sea escaso.

Y no solo eso, sino que un exceso de agua puede perjudicarla seriamente. Por tanto, debes darle a tus lavandas un riego moderado especialmente en invierno.

Durante los meses más calurosos del año debes regar una vez a la semana, más o menos, comprobando que el sustrato está seco antes de aportar agua.

¿Es conveniente abonar la lavanda?

No es recomendable aplicar fertilizante a las plantas de lavanda, ya que se trata de una especie rústica que no lo necesita. Más bien al contrario, un exceso de abono puede ser contraproducente y tener consecuencias negativas, como que las flores pierdan su clásico y agradable aroma.

El único caso en el que merece la pena emplear abono es cuando queremos plantarla en un suelo pobre en nutrientes. Entonces sí habría que añadir una pequeña cantidad de abono para enriquecerlo antes de plantar las lavandas.

 

 

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