Siete mitos a la hora de atender una herida en la piel

En situaciones de emergencia donde se presenta una herida en la piel, la acción rápida y efectiva puede marcar la diferencia en el resultado final. Sin embargo, es crucial desmitificar algunas prácticas comunes que pueden ser inseguras o ineficaces a la hora de brindar los primeros auxilios antes de la llegada de los profesionales de la salud.

A la hora de atender una herida en la piel en una emergencia antes de que lleguen los paramédicos, es importante conocer y evitar algunos mitos que podrían no ser seguros o efectivos. Aquí hay algunos mitos comunes y las recomendaciones adecuadas:

Mito: Aplicar alcohol o agua oxigenada para desinfectar la herida.

Realidad: El alcohol y el agua oxigenada pueden dañar los tejidos y retrasar la cicatrización. Se recomienda lavar la herida con agua y jabón suave para evitar infecciones.

Mito: Utilizar algodón o hisopos para limpiar la herida.

Realidad: Las fibras de algodón pueden quedar atrapadas en la herida, aumentando el riesgo de infección. Es mejor utilizar gasas estériles o un paño limpio para limpiar alrededor de la herida.

Mito: Soplar sobre la herida para aliviar el dolor.

Realidad: Soplar sobre la herida puede introducir gérmenes y no proporciona alivio real al dolor. Es mejor evitar este método y buscar atención médica adecuada.

Mito: Utilizar tiritas o vendas apretadas para detener el sangrado.

Realidad: Es importante aplicar presión directa sobre la herida con una gasa limpia o paño para detener el sangrado. Las tiritas o vendas no deben aplicarse demasiado apretadas, ya que pueden afectar la circulación.

Mito: Retirar objetos incrustados en la herida.

Realidad: No se deben retirar objetos incrustados, ya que podrían estar actuando como tapones y evitando una hemorragia importante. Estabilice la herida con vendas limpias alrededor del objeto.

Mito: Usar café o azúcar para detener el sangrado.

Realidad: Estos elementos no son adecuados para detener el sangrado y podrían introducir contaminantes en la herida. La presión directa y elevación de la extremidad, si es posible, son métodos más efectivos.

Mito: No es necesario llamar a servicios de emergencia para heridas leves.

Realidad: Siempre se debe buscar atención médica para evaluar y tratar adecuadamente las heridas, incluso las que parecen leves. Algunas heridas pueden tener complicaciones subyacentes que no son evidentes de inmediato.