Mascotas

¿Por qué a los gatos no les gusta el agua?

lunes, 22 de mayo de 2023 · 08:59

La mayoría de los gatos domésticos tiene aversión al agua. Algunos puede que la hayan probado, si se han caído dentro de una bañera llena de agua. Pero otros, puede que nunca hayan tenido contacto con ella.

Se supone que este miedo y/o aversión al agua se debe a que son animales que han evolucionado en climas secos y áridos, y sin contacto con ríos o lagos. Por lo que el agua únicamente la relacionan con beber.

Por otro lado, los gatos se pasan mucha parte del tiempo acicalándose y cuidando su pelo, por lo que otra hipótesis sería que no quieren mojarse para evitar que el agua apelmace su pelo. De hecho, podemos comprobar cómo se empieza a lamer un gato su pelaje en el momento en el que se lo ensucia o moja con algo.

Además, a los gatos que les encanta tener el control de la situación y se sienten desprotegidos dentro del agua.

Aunque, por otro lado, podemos ver también gatos que juegan con las patas con el agua del grifo, por lo que se puede sospechar que en este caso al mojarse únicamente las patas, sea algo tolerado.

Al margen de todo esto, puede que tengamos conocidos que nos explican, e incluso nos enseñan vídeos de cómo bañan a sus gatos. Esto es debido a que si desde que son pequeños, se les educa a que el baño es algo placentero, y que no provoca estrés, hay algunos gatos que van a disfrutar de lo lindo dándose un buen baño.

¿Cómo hacer para que mi gato se acostumbre a bañarse?

Lo primero que debemos saber es que no es necesario bañar a nuestro gato. Son animales muy limpios que realizan ellos mismos su higiene diaria acicalándose.

Si a pesar de esto, hemos decidido que queremos enseñar a nuestro gatito a bañarse, debemos tener en cuenta que debe ser él, y no nosotros, el que decida entrar por su voluntad en el agua. Podemos ofrecerle entrar en una zona con muy poquita agua para que vaya notando el agua en las patas y decida si quiere ir más allá o no. Lo principal en este momento es respetar sus decisiones.

Si le obligamos, y vemos que no se mueve, podemos caer en la trampa de pensar que está disfrutando del baño, y no ser así. Los gatos tienen una respuesta de indefensión aprendida, en la que se quedan quietos para intentar que el momento estresante pase lo más rápido posible.

Esta quietud no indica que el gato esté disfrutando, sino que prefiere no moverse. Y este comportamiento lo van aprendiendo con el paso del tiempo.

Ante la menor sospecha de que tu gato lo está pasando mal, lo mejor es parar y dejar de intentarlo. Pero si tienes dudas, puedes hacer un video y mostrarlo a un veterinario con conocimientos en comportamiento felino, que te indicará si está disfrutando o, por el contrario, es un suplicio para tu gato.

Comentarios