Cómo recalentar el asado y que quede como recién hecho

El asado es una tradición que une a familias y amigos alrededor de la parrilla, y aunque siempre es un placer disfrutarlo recién hecho, a veces nos encontramos con sobras que no queremos desperdiciar. Sin embargo, recalentar el asado puede ser un arte. Aquí te presentamos algunos consejos para lograr que esos pedazos de carne, chorizos y costillas no pierdan su sabor.

Antes de comenzar el proceso de recalentado, asegúrate de que el asado haya sido almacenado adecuadamente. Guarda las sobras en un recipiente hermético en el refrigerador no más de 3-4 días después de la cocción. Si las sobras han estado congeladas, descongélalas en el refrigerador durante la noche para mantener su jugosidad.

Uno de los métodos más efectivos para recalentar el asado sin perder sabor es utilizando el horno. Precalienta el horno a 160°C (320°F). Coloca el asado en una bandeja para hornear y cúbrelo con papel aluminio. Esto ayudará a retener la humedad y evitar que se seque. Agrega un poco de caldo de carne o agua en el fondo de la bandeja para generar vapor. Calienta durante unos 20-30 minutos o hasta que la temperatura interna alcance los 70°C (160°F). Durante los últimos 5 minutos, retira el papel aluminio para dorar la superficie.

Si prefieres un recalentado más rápido, el sartén es tu mejor aliado. Calienta un poco de aceite en una sartén a fuego medio. Agrega los trozos de carne y un chorrito de caldo para evitar que se seque. Cubre la sartén con una tapa para que el calor se distribuya uniformemente. Cocina por 5-10 minutos, dándole vuelta a la carne para que se recaliente por ambos lados.

Finalmente, presenta tu asado recalentado como un verdadero chef. Utiliza platos elegantes, añade un poco de salsa chimichurri por encima, algunas hierbas frescas para la decoración y acompaña con una buena bebida. Esto no solo mejorará la experiencia, sino que hará que todo el mundo se olvide de que el asado no fue recién hecho.