Receta de scones caseros: fáciles y rápidos
¿Estás buscando una receta fácil y deliciosa para hacer scones en casa? Estos scones caseros son perfectos para acompañar un té o un café en la tarde. Con ingredientes simples, esta receta de scones es ideal tanto para principiantes como para expertos en la cocina.
Ingredientes
250 g de harina de trigo
1 cucharadita de polvo de hornear
50 g de azúcar
1 pizca de sal
60 g de manteca fría
125 ml de leche
1 huevo (para pintar)
Paso a paso: Cómo hacer scones perfectos
1. Precalienta el horno
Comienza precalentando el horno a 200 °C. Asegúrate de que el horno esté bien caliente antes de meter los scones para que suban correctamente.
2. Tamiza los ingredientes secos
En un bol, tamiza la harina con el polvo de hornear, el azúcar y la sal. Esto ayudará a que los scones queden más suaves y esponjosos.
3. Añade la manteca
Corta la manteca en cubos pequeños y agrégala a la mezcla de harina. Usa tus dedos o un cortador de masa para integrar la manteca con la harina hasta que obtengas una textura arenosa.
4. Agrega la leche
Haz un hueco en el centro de la mezcla y vierte la leche. Remueve suavemente con una espátula o cuchara de madera hasta que se forme una masa. Evita amasar en exceso para que los scones no pierdan su esponjosidad.
5. Estira la masa y corta los scones
Espolvorea un poco de harina en la superficie de trabajo y extiende la masa hasta que tenga aproximadamente 2 cm de grosor. Usa un cortador redondo o un vaso para formar los scones.
6. Pinta los scones y hornea
Coloca los scones en una bandeja para horno, dejando espacio entre ellos. Bate el huevo y pinta la superficie de los scones para darles un toque dorado. Hornea durante 12-15 minutos o hasta que estén dorados.
7. Sirve y disfruta
Retira del horno y deja enfriar ligeramente. ¡Tus scones están listos para disfrutar! Puedes acompañarlos con manteca, mermelada o crema.
Consejos
Usa manteca fría: Es clave que la manteca esté fría para lograr una textura tierna y esponjosa.
No trabajes demasiado la masa: Así evitarás que los scones queden duros.
Sirve los scones tibios: Son más sabrosos recién horneados.