Vida saludable
Por qué nos ponemos de mal humor cuando tenemos hambre
Que el hambre tenga una incidencia importante en el humor de las personas tiene una explicación biológica.El hambre puede transformar incluso a la persona más tranquila en alguien irritable o ansioso. Este fenómeno, conocido como "estar hangry" (hambriento y enojado), tiene una explicación biológica que involucra al cerebro y su dependencia de la glucosa para funcionar correctamente.
¿Qué sucede en el cuerpo cuando tenemos hambre?
Cuando pasamos muchas horas sin comer, los niveles de glucosa en sangre disminuyen. La glucosa es la principal fuente de energía del cerebro, y cuando esta escasea, el organismo entra en un estado de alerta que afecta directamente nuestro estado emocional y cognitivo.
El cerebro entra en pánico: Ante la falta de glucosa, el cerebro interpreta la situación como una amenaza y comienza a enviar señales para solucionar el problema.
Liberación de hormonas del estrés: Estas señales desencadenan la liberación de adrenalina y cortisol, las llamadas "hormonas del estrés". Esto provoca sensaciones de ansiedad, irritabilidad e incluso agresividad en algunas personas.
Dificultades para pensar y concentrarse: La falta de glucosa no solo afecta el humor, sino también nuestras capacidades cognitivas. Es común sentir que no podemos pensar con claridad o concentrarnos.
Dependiendo de la persona, este estado puede variar desde una leve inquietud hasta explosiones de enojo. En casos extremos, puede ser tan notorio que quienes nos rodean prefieren evitarnos.
¿Cómo solucionarlo?
La solución es tan sencilla como lógica: comer algo. Consumir alimentos que eleven los niveles de glucosa en sangre puede aliviar rápidamente el mal humor y mejorar el estado de ánimo. Algunas opciones recomendadas son:
- Frutas como plátanos o manzanas, que aportan azúcares naturales.
- Un pequeño puñado de frutos secos o un trozo de chocolate oscuro.
- Un snack saludable como yogur o galletas integrales.
Hambre y su impacto en las relaciones
No es raro que esta relación entre hambre y mal humor sea motivo de roces con los demás. Si alguien te señala que estás "de malas", una buena respuesta podría ser: "Es que tengo hambre y mi cerebro necesita glucosa". Esta explicación no solo es válida, sino que también ayuda a crear conciencia sobre cómo las necesidades fisiológicas influyen en nuestro comportamiento.
Estrategias para evitar el mal humor por hambre
Para prevenir estos cambios de humor y mantener un equilibrio emocional durante el día, considera:
Mantener horarios regulares para las comidas: No dejes pasar demasiadas horas entre comidas principales o refrigerios.
Optar por alimentos que proporcionen energía sostenida: Los carbohidratos complejos, proteínas y grasas saludables mantienen estables los niveles de glucosa.
Hidratarte adecuadamente: La deshidratación puede agravar la sensación de fatiga y el mal humor.
Tener snacks saludables a mano: Esto es especialmente útil durante jornadas largas o días ocupados.
El hambre, una respuesta normal pero manejable
Es completamente normal que el hambre influya en tu humor. Ahora que conoces la explicación biológica detrás de este fenómeno, puedes prestar más atención a las señales de tu cuerpo y tomar medidas para mantener tanto tu energía como tu estado de ánimo equilibrados.