Tortas Fritas: ideales para días lluviosos

Las tortas fritas son un plato emblemático en varios países de Latinoamérica, conocido especialmente por su presencia en días lluviosos, acompañando mates y charlas. Este delicioso manjar, de sabor simple pero inconfundible, invoca recuerdos de infancia, tradición y hogar.

Ingredientes:

500 gr de harina 000 (o harina común)

1 cucharadita de sal

2 cucharadas de grasa (puede ser manteca o grasa vacuna)

Agua tibia, cantidad necesaria

Aceite para freír

Preparación:

Mezcla los Secos: En un bowl grande, combina la harina y la sal. Este paso es fundamental para distribuir uniformemente el sabor.

Incorpora la Grasa: Añade la grasa a la mezcla de harina y trabájala con la punta de los dedos hasta obtener una textura arenosa. La grasa debe estar fría para facilitar este proceso.

Agrega Agua Tibia: Ve incorporando agua tibia poco a poco, mientras mezclas con tus manos, hasta formar una masa suave y homogénea. Es importante que la masa no quede ni muy seca ni muy pegajosa.

Amasa y Deja Reposar: Una vez lista, amasa durante unos minutos sobre una superficie ligeramente enharinada. Luego, cubre la masa con un paño limpio y deja reposar por aproximadamente 30 minutos.

Forma las Tortas: Divide la masa en porciones y estíralas con un rodillo hasta obtener discos de unos 5 mm de espesor. Tradicionalmente, se les hace un pequeño corte en el centro para asegurar una cocción uniforme.

Fríe las Tortas: Calienta abundante aceite en una sartén a fuego medio-alto. Fríe las tortas fritas por ambos lados hasta que estén doradas y crujientes. El secreto está en no saturar la sartén para que el aceite mantenga su temperatura.

Escurre y Sirve: Una vez fritas, coloca las tortas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Se pueden espolvorear con azúcar o disfrutar solas, acompañadas de un buen mate.

Consejos:

La temperatura del aceite es clave: ni muy caliente para que no se quemen por fuera y queden crudas por dentro, ni muy fría para que no absorban aceite en exceso.

Experimenta con los rellenos: aunque la receta tradicional es simple, puedes innovar agregando dulce de leche, queso, o jamón entre dos tortas fritas.

La práctica hace al maestro: las primeras veces pueden no salir perfectas, pero con práctica, lograrás ese equilibrio ideal de textura y sabor.