Mascotas
Estas 10 plantas pueden intoxicar a tu gato, debes evitarlas
Los vínculos entre los felinos, que se transformaron en grandes compañeros del hombre, y las plantas, incluso aquellas que solemos utilizar para decorar los exteriores e interiores de nuestras casas, tienen características naturales: ocurre que los gatos acostumbran a comer vegetales con el objetivo de prevenir las obstrucciones intestinales y eventuales bolas de pelo. Sin embargo, muchas de las especies pueden generar un efecto contrario e intoxicar a los mamíferos por sus características.
Debido a sus colores, sus aromas y sus formas, los felinos sienten curiosidad y se acercan sin tapujos. Por ello, un grupo de investigadores pertenecientes al Laboratorio de Bioquímica de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) llevaron a cabo un listado con aquellas plantas venenosas que, más allá de los gatos, pueden provocar daños también a los perros.
Las diez especies de plantas tóxicas para los gatos
Entre los principales síntomas que se registran en este tipo de casos, los animales padecen de problemas en la piel y en los ojos, trastornos digestivos, fallos hepáticos y, en ocasiones extremas, la muerte.
El peligro principal son las hojas: en ellas, hay estructuras de tamaños microscópicos que conllevan irritación intensa en la boca, la lengua y otro tipo de estructuras anatómicas cercanas. El catálogo incluye hasta diez vegetales distintos.
La monstera deliciosa, conocida comúnmente como Costilla de Adán, es una de las más elegidas para adornar los hogares. No obstante, en su superficie cuenta con un componente denominado como oxalato de calcio, que puede generar dolores, hinchazón, salivación y falta de respiración.
El lirio, por su parte, es una de las más dañinas: los riesgos están en sus hojas, en sus flores, en el polen y hasta en el agua del jarrón que lo contiene.
La hiedra también es perjudicial pero sus efectos dependen del tamaño de la ingesta: en proporciones menores, produce dermatitis con irritaciones y ampollas. En cambio, cuando se come en gran escala, es capaz de hacer que los gatos sufran vómitos, diarrea, fiebre y un paro cardiorrespiratorio.
El potus, de uso a gran escala en casi todas las casas, puede llevar a que los mamíferos experimenten trastornos digestivos y fallos renales.
La hortensia suele estar presente en los jardines, pero sus cualidades no son tan positivas para los felinos: el malestar general es el mejor escenario para aquellos mininos que decidan consumirla.
Una de las más insólitas en la lista es el aloe vera, cuya savia puede ser altamente beneficiosa para los seres humanos. Aun así, el líquido transportado por los tejidos de la planta es nocivo para los mininos.
La adelfa aparece en el séptimo lugar: afecta especialmente al corazón del animal y puede provocar arritmias mortales.
En cuanto al narciso, que lo sigue en la nómina, el inconveniente está en sus famosos bulbos: las intoxicaciones conllevan fallos multisistémicos en el organismo que suelen llevar al fallecimiento de los mamíferos a las pocas horas, prácticamente sin aviso previo.
Los últimos dos escalafones son para modelos no tan reconocidos entre la población general. Los matices del crotón, con tonalidades rojizas y amarillentas, suelen llamar la atención, pero el solo contacto con la piel y con las mucosas llevan a problemas digestivos. En el peor de los escenarios, pueden aparecer fallos hepáticos.
La situación con el jazmín paraguayo, que cierra el listado, es muy diferente: sus frutos generan daños en el aparato digestivo, en el corazón e incluso en el sistema nervioso central de los gatos.