Plantas
Usá estos tres tipos de telas para proteger tus plantas de la «helada»
El delicado equilibrio entre el entorno y las necesidades de las plantas puede verse amenazado por extremos climáticos, como el calor abrasador o las heladas gélidas.
Estos fenómenos pueden tener consecuencias devastadoras para la salud y supervivencia de las plantas, afectando su crecimiento, desarrollo y producción. En el clima helado es de suma importancia proteger y cuidar nuestras plantas, implementando medidas para minimizar los daños causados por las temperaturas extremas.
Para proteger las plantas del frío, puedes utilizar una variedad de telas que actúen como barreras para mantener el calor y resguardarlas de las bajas temperaturas. Aquí hay algunas opciones de telas que son efectivas para este propósito:
Tela de fieltro: El fieltro es un material grueso y denso que proporciona una excelente protección contra el frío. Es muy utilizado para envolver macetas o cubrir plantas pequeñas.

Tela de horticultura: Específicamente diseñada para proteger las plantas, la tela de horticultura es transpirable, lo que evita la acumulación de humedad mientras mantiene el calor. Viene en diferentes grosores para adaptarse a las necesidades de las distintas plantas.

Tela de polipropileno: También conocida como tela de invernadero, esta opción es ligera pero efectiva para proteger las plantas. Permite que la luz solar y el agua lleguen a las plantas, mientras las protege del frío y el viento.

Porqué se queman las plantas con las heladas
Las heladas pueden causar quemaduras en las plantas debido a la formación de cristales de hielo en sus tejidos, lo que daña las células y estructuras vitales de la planta. A continuación, se explican las principales razones por las cuales las heladas pueden provocar quemaduras en las plantas:
Cristalización del agua dentro de las células: Durante las heladas, el agua presente en las células de las plantas se congela y forma cristales de hielo. A medida que el agua se solidifica, se expande y puede romper las membranas celulares y las estructuras internas de las células, lo que causa daño irreversible.
Desecación: Las bajas temperaturas durante las heladas pueden llevar a una desecación de las plantas. El frío intenso puede provocar que las plantas pierdan agua a través de sus hojas y tejidos, lo que resulta en una falta de hidratación y, eventualmente, en quemaduras en las hojas y partes afectadas.
Congelamiento de savia: La savia de la planta, que es el fluido vital que transporta nutrientes y agua, puede congelarse durante las heladas. Cuando la savia se congela, puede expandirse y estallar los vasos conductores y los tejidos internos de la planta, lo que causa daños graves.
Falta de aclimatación: Si las plantas no han tenido tiempo suficiente para aclimatarse gradualmente a las bajas temperaturas, son más susceptibles a las quemaduras por heladas. Las plantas que están acostumbradas a climas más cálidos pueden sufrir un choque térmico cuando se enfrentan repentinamente a temperaturas frías extremas.
Tipo de planta: Algunas plantas son más resistentes a las heladas que otras. Las especies más sensibles y tropicales son más propensas a sufrir quemaduras por heladas, mientras que las plantas adaptadas a climas fríos tienen mecanismos naturales para tolerar temperaturas más bajas.