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La receta de la abuela para hacer una salsa boloñesa
Siempre es mejor si se prepara un día antes, ya que los sabores se intensifican en la heladera.
La salsa boloñesa, conocida en Italia como «ragù alla bolognese», es una de las salsas más emblemáticas de la cocina italiana. Con su rica combinación de carne, verduras y tomate, constituye la base perfecta para una variedad de platos, desde las tradicionales lasañas hasta unos simples fideos. A continuación, te presentamos una receta clásica para preparar esta deliciosa salsa en casa, ideal para impresionar a tus familiares y amigos.
Ingredientes: 400g de carne molida de vaca, 200g de carne molida de cerdo, 1 cebolla grande, 1 zanahoria, 1 tallo de apio, 2 dientes de ajo, 800g de tomate triturado (puede ser en lata), 150ml de vino tinto, 200ml de caldo de carne (opcional), 2 cucharadas de aceite de oliva, 1 cucharadita de azúcar (opcional, para reducir la acidez), sal y pimienta al gusto, hojas de laurel, queso parmesano rallado (para servir).
Instrucciones:
Comienza por picar finamente la cebolla, la zanahoria y el apio. Estos serán la base aromática de la salsa.
En una cacerola grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Agrega las verduras picadas y sofríelas hasta que estén tiernas y traslúcidas, aproximadamente 5-7 minutos. Añade el ajo picado en los últimos minutos de cocción para evitar que se queme.
Incorpora las carnes molidas de vaca y cerdo, desmenuzándolas con una cuchara de madera. Cocina hasta que se doren y se cocinen, aproximadamente 10 minutos.
Vierte el vino tinto y deja que se evapore el alcohol, revolviendo constantemente. Esto le dará profundidad al sabor de tu salsa.
Una vez que el vino se haya reducido, agrega el tomate triturado, las hojas de laurel y el azúcar si decides usarlo. Revuelve bien y lleva a ebullición.
Reduce el fuego y deja que la salsa hierva a fuego lento durante al menos una hora, aunque si tienes tiempo, lo ideal es dejarla cocinar entre 2 y 3 horas. Esto permitirá que los sabores se concentren y se mezclen.
Al final de la cocción, ajusta la sal y la pimienta al gusto. Si lo deseas, puedes añadir un poco de caldo de carne para ajustar la consistencia.
Sirve la salsa caliente sobre tus pasta favorita, espolvoreando queso parmesano rallado al gusto.