Hogar
Descubre por qué no conviene pegar imanes en la heladera
Hoy en día es muy común usar imanes en las heladeras para decorar o para mantener anotaciones importantes.
Sin embargo, a lo largo de los años han surgido varios mitos sobre cómo estos imanes pueden afectar el funcionamiento de este importante electrodoméstico.
Uno de los rumores más frecuentes es que los imanes generan un campo electromagnético que aumenta el consumo de energía. Según Endesa, una de las principales empresas del sector eléctrico en España, este mito es falso.
Los campos magnéticos producidos por los imanes son tan débiles que ni siquiera atraviesan la puerta de la nevera.
Aunque los imanes generan campos de energía muy pequeños y generalmente son inofensivos, en algunos casos pueden afectar el funcionamiento del electrodoméstico.
Por ejemplo, las heladeras modernas a menudo tienen pantallas táctiles en las puertas, y la mínima energía que emiten los imanes podría interferir con los sistemas de control del dispositivo.
Además, si se colocan demasiados imanes y estos generan un peso considerable, podrían impedir que la puerta se cierre correctamente. Esto obligaría a usar más energía para mantener la temperatura interna, lo que podría aumentar el costo de la electricidad.
Por otra parte, los imanes pueden dañar o rayar la superficie del electrodoméstico especialmente si son muy fuertes o se mueven con frecuencia. Esto puede afectar la apariencia e incluso dificultar la limpieza.
Finalmente, hay que tener muy en cuenta que si los imanes cubren las rejillas de ventilación del frigorífico, pueden obstaculizar el flujo de aire adecuado.
Esto puede entorpecer el rendimiento y eficiencia de enfriamiento de la heladera, lo que podría resultar en un consumo de energía más alto o problemas de temperatura interna.