Hogar y jardinería

Los errores comunes al podar una planta de lavanda

Con la proximidad de la primavera, es el momento ideal para preparar las tijeras.
viernes, 20 de septiembre de 2024 · 13:05

La lavanda, conocida por su fragancia aromática y sus propiedades relajantes, se ha vuelto cada vez más popular entre los jardineros aficionados. Sin embargo, al intentar cultivar esta hermosa planta, muchos cometen errores que pueden afectar su crecimiento y salud. A continuación, se presentan los errores más comunes.

La poda de la lavanda no solo mejora su apariencia estética, sino que también promueve un crecimiento más robusto y una floración más abundante. La eliminación de las ramas muertas o dañadas ayuda a que la planta concentre su energía en el desarrollo de nuevas hojas y flores, lo que resulta en una producción más rica de aceite esencial y una mayor floración.

Además, la poda adecuada permiten una mejor circulación de aire, lo que reduce el riesgo de enfermedades fúngicas.

La mejor época para podar la lavanda es a finales del invierno o principios de la primavera, justo antes de que la planta comience a brotar. Los expertos recomiendan recortar alrededor de un tercio de la planta, centrándose en las zonas leñosas y eliminando las flores marchitas del año anterior. Es importante utilizar herramientas de corte limpias y afiladas para evitar dañar la planta.

Al podar, se debe tener cuidado de no cortar demasiado, ya que esto puede afectar la planta. Es recomendable dejar siempre un poco de la parte verde en la planta, ya que esta es la que seguirá creciendo y produciendo flores.

La poda de la lavanda es una actividad esencial que cada jardinero debe incorporar en su cuidado de esta hermosa planta. No solo garantiza una floración espectacular durante la temporada, sino que también asegura la longevidad de la lavanda en el jardín.

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