Cómo hacer una tarta de verduras casera
La tarta de verduras es una opción deliciosa, saludable y versátil para cualquier comida del día. En este artículo, aprenderás a preparar una receta sencilla que encantará a toda la familia. ¡Manos a la masa!
Ingredientes
Para la masa:
2 tazas de harina 0000 (240 g)
1/2 taza de agua fría (125 ml)
1/4 taza de aceite de girasol o de oliva (60 ml)
1 pizca de sal
Para el relleno:
2 zanahorias medianas, ralladas
1 zucchini o calabacín, cortado en cubos pequeños
1 cebolla mediana, picada
1 pimiento rojo, picado
1 taza de espinaca fresca, picada
3 huevos
1 taza de queso rallado (100 g)
1/2 taza de crema de leche o yogur natural (125 ml)
Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
Paso a Paso
1. Preparar la masa:
En un bowl grande, mezcla la harina y la pizca de sal.
Agrega el aceite y el agua fría poco a poco mientras amasas hasta obtener una masa suave y homogénea.
Forma un bollo, cúbrelo con un paño y déjalo reposar en la heladera durante 20 minutos.
2. Cocinar las verduras:
Calienta una sartén con un chorrito de aceite y saltea la cebolla hasta que esté transparente.
Añade las zanahorias, el pimiento y el zucchini. Cocina a fuego medio por 5 minutos.
Incorpora la espinaca y cocina por 2 minutos más. Retira del fuego y deja enfriar.
3. Mezclar el relleno:
En un bowl, bate los huevos junto con la crema de leche (o yogur), el queso rallado, sal, pimienta y nuez moscada.
Agrega las verduras salteadas y mezcla bien.
4. Armar la tarta:
Precalienta el horno a 180 °C (350 °F).
Estira la masa sobre una superficie enharinada y colócala en un molde para tarta previamente engrasado.
Vierte el relleno sobre la masa y nivélalo con una espátula.
5. Hornear:
Lleva la tarta al horno y cocina durante 30-35 minutos, o hasta que el relleno esté firme y la masa dorada.
Retira del horno y deja reposar unos minutos antes de servir.
Consejos
Varía las verduras: Puedes agregar brócoli, choclo, champiñones o cualquier otra verdura que tengas a mano.
Opciones saludables: Usa harina integral en lugar de harina blanca para una versión más nutritiva.
Versión sin lactosa: Reemplaza la crema y el queso por opciones aptas para intolerantes.