Salud

Descubre los beneficios del ajo y cómo aprovecharlos al máximo

martes, 28 de enero de 2025 · 10:03

El ajo es un alimento altamente nutritivo y versátil, conocido por sus múltiples beneficios para la salud. Se le atribuyen propiedades que combaten el colesterol, fortalecen el sistema inmunitario, reducen la presión arterial, tienen efectos antiinflamatorios, previenen resfriados, mejoran el asma e incluso ofrecen beneficios en la lucha contra ciertos tipos de cáncer.

Aunque muchas personas recomiendan consumir ajo crudo en ayunas como remedio natural, es importante tener en cuenta que, si bien no suele causar daño salvo en casos excepcionales, tampoco es una cura garantizada para enfermedades o dolencias.

Consumo de ajo crudo: beneficios y precauciones

Uno de los inconvenientes más notorios de consumir ajo crudo es su persistente y característico olor en el aliento, el cual puede resultar desagradable para quienes te rodean. Sin embargo, para aprovechar al máximo sus propiedades, es imprescindible consumirlo crudo. Se recomienda machacarlo o cortarlo en láminas finas y, para suavizar su sabor, mezclarlo con aceites como el de oliva, lino, nuez o coco.

En términos generales, el consumo de ajo crudo no presenta contraindicaciones significativas en dosis normales. No obstante, puede irritar el estómago en personas sensibles o causar reacciones alérgicas. Además, debido a su capacidad anticoagulante, podría interferir con medicamentos para la circulación sanguínea y reducir la efectividad de fármacos como el saquinavir, utilizado en el tratamiento del VIH.

Principales beneficios del ajo crudo

1. Propiedades antibióticas

El ajo contiene alicina, un compuesto con potentes efectos antibacterianos. Desde que el científico francés Louis Pasteur señaló esta propiedad en 1858, se han realizado numerosos estudios que confirman su eficacia contra bacterias como la salmonela y la Escherichia coli. También se ha estudiado su impacto positivo en la flora microbiana de la placa dental.

2. Efectos antifúngicos

El ajo es efectivo contra una amplia variedad de hongos. Sus extractos reducen la necesidad de oxígeno de algunos organismos fúngicos, inhibiendo su crecimiento y la síntesis de lípidos, proteínas y ácidos nucleicos. Además, se utiliza en ciertas regiones como alternativa a los pesticidas químicos en la agricultura.

3. Actividad antiviral

Aunque menos estudiada, la capacidad antiviral del ajo ha mostrado resultados prometedores en investigaciones in vitro, especialmente contra el virus de la gripe. Sin embargo, no hay evidencia concluyente de que pueda prevenir resfriados de manera efectiva.

4. Reducción del colesterol

El ajo es popular en Estados Unidos como suplemento para reducir el colesterol. Estudios indican que consumir entre 0.5 y 1 gramo de ajo al día puede disminuir ligeramente el colesterol LDL ("malo"), aunque el efecto no es significativo en todos los casos.

Además, su eficacia puede disminuir con el tiempo y no está claro cuál es el formato más adecuado (crudo, en polvo, extracto, etc.). Por ello, no se recomienda depender exclusivamente del ajo para controlar los niveles de colesterol.

5. Control de la presión arterial

El ajo contiene compuestos de azufre que estimulan la producción de ácido nítrico, relajando y mejorando la elasticidad de las venas, lo que facilita el flujo sanguíneo.

Un estudio publicado en el European Journal of Clinical Nutrition demostró que consumir entre 480 y 960 mg de ajo al día puede reducir significativamente la presión arterial. Sin embargo, no debe sustituir tratamientos médicos en personas con hipertensión.

6. Propiedades antioxidantes

Los extractos de ajo envejecido contienen antioxidantes que pueden prevenir enfermedades degenerativas. Según un artículo del Journal of Nutrition, estos extractos son efectivos debido a la transformación de moléculas inestables como la alicina en compuestos más estables.

Este beneficio podría ayudar a paliar dolencias relacionadas con el envejecimiento, como el Alzheimer y la demencia, aunque se necesitarían grandes cantidades para notar efectos significativos.

7. Efectos antitóxicos

En dosis elevadas, los sulfóxidos del ajo actúan como una barrera contra la toxicidad de metales pesados. Un estudio realizado en una planta de procesamiento de baterías de coche mostró que el ajo redujo los niveles de plomo en sangre en un 19% y alivió síntomas de intoxicación, como dolores de cabeza y presión arterial alta.

¿Cómo consumir el ajo crudo?

Consumir ajo crudo puede ser muy beneficioso para la salud, pero su sabor fuerte y su olor característico pueden ser un desafío. Aquí tienes algunas maneras prácticas y efectivas para incorporarlo en tu dieta diaria:

1. Machacado o picado

Por qué hacerlo así: Al machacar o picar el ajo, se activa la alicina, el compuesto responsable de sus propiedades medicinales.

Cómo consumirlo:

Pela el diente de ajo y machácalo con el dorso de un cuchillo o pícalo finamente.

Déjalo reposar de 5 a 10 minutos para maximizar la liberación de alicina antes de consumirlo.

2. Con aceite y pan

Mezcla el ajo picado con una cucharadita de aceite de oliva, lino o coco.

Úsalo como un aderezo sobre pan integral o tostadas.

3. En agua o con limón

Machaca un diente de ajo y mézclalo con un vaso de agua tibia o jugo de limón.

Esta opción es ideal para consumirlo en ayunas.

4. En ensaladas

Agrega ajo crudo picado o laminado finamente a tus ensaladas.

Mezcla con jugo de limón y aceite de oliva para suavizar su sabor.

5. En cápsulas naturales

Si no toleras el sabor o el olor, puedes optar por cápsulas de ajo crudo.

Asegúrate de elegir suplementos de calidad que preserven la alicina.

6. Con miel

Mezcla ajo machacado con una cucharadita de miel para equilibrar el sabor fuerte.

Esta combinación es ideal para reforzar el sistema inmunológico.

Precauciones al consumir ajo crudo:

  • Evitar en exceso: No consumas más de 1-2 dientes al día, ya que puede causar irritación estomacal.
  • Interacciones con medicamentos: Si tomas anticoagulantes o medicamentos específicos, consulta a tu médico antes de incluir ajo crudo en tu dieta.
  • Aliento fuerte: Mastica perejil, clavo de olor o bebe té de menta después de consumirlo para reducir el olor.

Estas opciones no solo te permitirán aprovechar los beneficios del ajo, sino que también lo harán más fácil de incorporar en tu rutina diaria.

El ajo es un aliado poderoso para la salud, siempre que se consuma con moderación y se consideren posibles interacciones con medicamentos.

Su uso en la dieta diaria no solo aporta sabor a los alimentos, sino que también ofrece una amplia gama de beneficios, desde mejorar la salud cardiovascular hasta fortalecer el sistema inmunológico. Sin embargo, es fundamental complementar su consumo con una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable para maximizar sus efectos positivos.

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