Vida saludable
El durazno no es solo delicioso: estos son sus mejores beneficios
El durazno, originario de China, ha sido considerado desde la antigüedad un símbolo de longevidad e inmortalidad. Se cree que su cultivo se remonta a más de 4,000 años en el continente asiático, donde era altamente valorado por sus propiedades nutritivas y su dulce sabor.
Durante la conquista española, este fruto llegó a América y se estima que su introducción en México ocurrió en ese período. En un principio, el durazno se cultivaba exclusivamente en jardines de la nobleza, manteniéndose como un producto de consumo selecto durante aproximadamente tres siglos. No fue sino hasta 1927 cuando su cultivo comenzó a comercializarse a mayor escala, permitiendo su expansión en mercados nacionales e internacionales y aumentando significativamente su consumo.
Un fruto versátil en la cocina
El durazno es apreciado no solo por su sabor dulce y jugoso, sino también por su versatilidad en la gastronomía. Puede consumirse fresco, en almíbar o deshidratado, y se emplea en una gran variedad de recetas, como:
- Ensaladas: Aporta un toque fresco y dulce que combina bien con vegetales, frutos secos y quesos.
- Postres: Se utiliza en tartas, helados, mousses y pasteles.
- Mermeladas y compotas: Su alto contenido de pectina permite preparar conservas naturales y saludables.
- Jugos y batidos: Su sabor se mezcla bien con otras frutas, creando bebidas refrescantes y nutritivas.
Beneficios del durazno para la salud
Este fruto no solo es delicioso, sino que también es una fuente rica en nutrientes esenciales. Según el Poder del Consumidor, el durazno aporta:
Potasio: Contribuye a la regulación de la presión arterial y previene calambres musculares.
Vitamina A: Fundamental para la salud de la piel, los huesos, los tejidos y la visión.
Vitamina C: Fortalece el sistema inmunológico y ayuda en la producción de colágeno.
Ácido fólico: Esencial en la formación de glóbulos rojos y en el desarrollo celular, especialmente importante durante el embarazo.
Calcio: Contribuye a mantener huesos y dientes fuertes.
Además, su alto contenido de fibra favorece la digestión, previniendo el estreñimiento y promoviendo la salud intestinal. Su combinación de potasio y bajo contenido de sodio ayuda a mantener un equilibrio en la presión arterial, reduciendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Propiedades antioxidantes y protectoras
El durazno contiene compuestos antioxidantes que ayudan a prevenir el daño celular, reduciendo el riesgo de enfermedades degenerativas como el Alzheimer y ciertos tipos de cáncer. También se ha asociado con beneficios en la prevención de enfermedades respiratorias, gracias a sus efectos antiinflamatorios y protectores del sistema inmunológico.
Aliado para la piel y el rendimiento físico
Debido a su contenido de vitamina A y C, el consumo regular de durazno contribuye a mantener la piel saludable, protegiéndola del envejecimiento prematuro y promoviendo la cicatrización. Asimismo, según datos del gobierno de Mendoza, Argentina, su alto contenido de potasio lo hace ideal para quienes practican actividad física, ya que previene la fatiga muscular y los calambres.
Un fruto para disfrutar todo el año
El durazno es una opción nutritiva y deliciosa que puede incluirse fácilmente en la alimentación diaria. Ya sea fresco, en recetas dulces o en preparaciones saladas, este fruto aporta sabor y múltiples beneficios para la salud.