¿Es bueno o malo darle pollo crudo a un perro?

Cada vez son más los dueños de mascotas que optan por alimentar a sus perros con dietas crudas, incluyendo pollo crudo, por la percepción de que es una opción natural y más cercana a su dieta ancestral. Sin embargo, esta práctica presenta tanto beneficios como riesgos que es importante conocer antes de decidir.

El pollo crudo puede ser una fuente de proteínas de alta calidad, vitaminas y minerales esenciales para la salud de tu perro. Algunos propietarios reportan que sus mascotas muestran mejor pelaje, dientes más limpios y mayor energía al incluir carne cruda en su dieta. Además, para algunos perros con sensibilidad alimentaria, la dieta cruda puede ser una alternativa menos procesada.

No obstante, darle pollo crudo a tu perro también conlleva riesgos considerables. La principal preocupación es la posible presencia de bacterias patógenas como Salmonella y Campylobacter, que pueden afectar tanto a los animales como a los humanos en contacto con ellos. Los perros pueden ingerir estas bacterias sin mostrar síntomas, pero también pueden desarrollar infecciones que requieran atención veterinaria.

Además, si no se maneja correctamente, el pollo crudo puede causar infecciones intestinales o desórdenes digestivos en los perros. La preparación inadecuada y la falta de higiene en la manipulación aumentan estos riesgos.

Antes de optar por alimentar a tu perro con pollo crudo, es fundamental consultar con un veterinario especializado en nutrición canina. Si decides hacerlo, asegúrate de adquirir pollo de fuentes confiables, mantener una excelente higiene en la manipulación y limpiar minuciosamente los utensilios y áreas de preparación.