Tips para recordar mejor lo que leemos
Mundo. Todos tenemos un libro favorito, uno que hemos leído muchas veces y que siempre nos hace pasar un buen rato, o nos lleva a pensar, o suscita conversaciones interesantes con otras personas. Sin embargo, no siempre somos capaces de recordar exactamente algunas de las cosas que hemos leído en ese libro, o en un reportaje en el periódico que nos ha gustado. Leemos algo que nos interesa, pero luego tendemos a olvidar buena parte de ello.
Existen maneras de que nos acordemos mejor de lo que acabamos de leer. No hace falta que afrontemos un texto como si fuéramos a estudiarlo para un examen, pero sí hay recomendaciones que podemos seguir para mejorar nuestra capacidad retentiva cuando leemos. La mayoría son consejos bastante sencillos y hasta de sentido común, como si dijéramos, y no hace falta que creemos en nuestra cabeza un palacio de la memoria, como hacía Hannibal Lecter.
Los pilares de la memoria
Las claves para que recordemos información que acabamos de recibir se basan en los tres principios de la memoria: la impresión, la asociación y la repetición. Nuestro cerebro recuerda mejor aquello que lo "impresiona", que genera en él alguna imagen o sensación notable. Cuando leemos, se puede ayudar a que se produzca esa impresión leyendo algunos pasajes en voz alta, por ejemplo, utilizando el sonido como apoyo para la memoria.
La asociación hace referencia a la conexión de esa nueva información que estamos recibiendo con algo que ya sabemos de antes. La familiaridad con el tema que estamos leyendo es determinante para que nuestro cerebro retenga más o menos datos. "No es lo mismo leer sobre algo de lo que no se sabe nada, que sobre algo de lo que sí. El cerebro retiene más información sobre algo que sí conocemos", apunta Enrique Castillejo, presidente del Colegio Oficial de Pedagogos y Psicopedagogos de la Comunidad Valenciana.
El tercer pilar sobre el que se apoya la memoria es la repetición. Si leemos varias veces el mismo pasaje, lo más probable es que lo recordemos después. Estos tres principios están también detrás de nuestra capacidad retentiva al enfrentarnos a un texto nuevo, que tenemos que convertir en más familiar y cercano a nosotros. Por eso, se suele aconsejar que nos imaginemos haciendo algunas de las cosas que se cuentan en ese texto, o que las asociemos a algo que ya conozcamos, o que subrayemos pasajes y tomemos notas.
El consejo más común, si queremos recordar mejor lo que leemos, es siempre "presta atención". La concentración en la tarea que estamos realizando, evidentemente, aumenta las posibilidades de que nuestro cerebro reciba una impresión, la asocie a algo que ya conoce, y termine recordándola con un par de repeticiones. Sin embargo, pueden existir condicionantes externos, ambientales, que favorezcan esa lectura más en profundidad, que nos ayuden a concentrarnos.
Algunos consejos
Podríamos decir que hay varias recomendaciones que nos pueden ayudar a que recordemos mejor lo que estamos leyendo, o lo que acabamos de leer. Sobre todo, lo que facilitarán es que prestemos atención al libro o texto que tenemos entre manos, y que no nos resulte complicado retener lo principal.
-Busca un lugar tranquilo, con buena iluminación y donde puedas leer cómodamente.
-No te preocupes por ser el más rápido en leer el libro; cada persona tiene una velocidad de lectura diferente para comprender lo que está leyendo.
-Resalta los pasajes del texto que te interesen. Se puede hacer subrayando o, en lectores digitales, cambiando la tipografía de esas frases para que destaquen más sobre el resto.
-Busca asociaciones de lo que estás leyendo con eventos que te hayan pasado a ti.
-Toma notas de lo que te resulte más interesante, o lo que quieras recordar.
-Cuando termines un capítulo, por ejemplo, haz un resumen de lo que acabas de leer para comprobar de cuánto te acuerdas. (Fuente: xataka.com)