El efecto Franklin, el truco para mejorar nuestras relaciones personales

martes, 19 de enero de 2021 · 00:01

La lógica nos dice que es más fácil que alguien nos caiga mejor cuando nos hace un favor. Sin embargo, el fenómeno del que hablamos explica por qué hay personas a las que caes mejor cuando son ellos los que te han hecho un favor.

Fue el escritor David McRaney quien expuso este fenómeno en su libro You Are Not So Smart, donde defiende que son los prejuicios cognitivos los que provocan esta disonancia mediante la cual las personas asimilan que prefieren a la gente a la que han ayudado.

La teoría toma su nombre del político y científico estadounidense, pues, supuestamente, utilizaba este mecanismo para convencer a aquellos que no sentían mucha simpatía por él. Cuentan que Benjamin Franklin conocía a alguien que le odiaba, pero que podía influir en el gobierno.

Para ganarse su trato de favor decidió pedirle prestado un libro de sus biblioteca particular. El hombre se sintió halagado y se lo hizo llegar. Una semana después Benjamin se lo devolvía junto a una nota de agradecimiento.

En su siguiente encuentro el caballero fue extremadamente agradable con el inventor y se cuenta que dede entonces fueron amigos hasta la muerte. 

En 1979 un equipo de psicólogos probaron este efecto mediante un estudio a través del cual una secretaria pedía a un tercio de los voluntarios que devolvieran el pago que el Departamento de Psicología les había hecho porque se estaban quedando sin fondos.

A otro tercio de los voluntarios era un investigador el que les decía que había pagado por el estudio y se había quedado sin fondos y de igual manera pedía al voluntario que le devolviera el pago. Y el último tercio podía quedarse con el dinero.

Los resultados mostraron que los voluntarios apreciaban más al investigador cuando le habían hecho el favor de devolverle el dinero, incluso por encima de aquellos que habían podido conservar el dinero.

En resumen, hacerle un favor a alguien nos hace apreciarlo más. Los especialistas sospechan que el "efecto Ben Franklin" funciona por lo que se denomina "disonancia cognitiva": nos resulta difícil que alguien al que le hemos hecho un favor sea una persona a la que podamos odiar, así que asumimos que nos cae bien.

La psicóloga Yu Niiya de la Universidad Hosei de Tokio hizo otro pequeño estudio sobre el tema en EEUU y Japón. En ambos países se terminaba por apreciar más a aquella persona que pedía ayuda para completar un proyecto que a quien no lo pidió. Sin embargo, no sucedía lo mismo si era el responsable del estudio quien pedía directamente que ayudaran a esa persona.

Yu Niiya sostiene por el contrario que la causa no es la disonancia cognitiva, sino que la persona a la que se le pide ayuda siente que la otra quiere hacerse su amigo y esto provoca ese sentimiento de cercanía.

Es lo que el profesor emérito de psicología y marketing en la Universidad de Arizona Roberto Cialdini llama principio de reciprocidad y defiende que los seres humanos tendemos a apreciar a quienes nos aprecian. Dicho de otra forma, si tú ayudas primero a alguien será más fácil que la valoración de esa persona hacia ti sea positiva.

Es resumen, es el momento de dejar de pasarlo mal cada vez que tengamos que pedir un favor y, por supuesto, empezar también a hacerlos. (Fuente: www.culturainquieta.com)

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