Historia

Walter Rauff, el nazi inventor de los camiones de «gaseos» que vivió en Argentina

viernes, 11 de agosto de 2023 · 13:05

Walter Rauff fue un oficial nazi de las SS que desempeñó un papel significativo en la implementación del Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial. Nacido el 19 de junio de 1906 en Köthen, Alemania, Rauff fue un ingeniero y oficial de seguridad que desarrolló métodos y tecnologías para el asesinato en masa de judíos y otras víctimas en campos de concentración y exterminio.

Uno de los logros más siniestros de Rauff fue el diseño de los camiones de gas, conocidos como los "camiones de la muerte" o "cámaras de gas móviles". Estos vehículos eran adaptados para que los gases de escape pudieran ser dirigidos hacia el compartimento de carga, donde los prisioneros eran asesinados por monóxido de carbono mientras viajaban en el camión. Este método fue utilizado en los primeros intentos de exterminio antes de que los nazis establecieran campos de exterminio más grandes.

Rauff también estuvo involucrado en la planificación y ejecución de operaciones de exterminio en Europa del Este, incluidos los territorios ocupados de la Unión Soviética y Polonia. Fue parte de la jerarquía nazi que participó en el asesinato masivo de judíos y otros grupos perseguidos, utilizando tanto los camiones de gas como otros métodos.

Después de la guerra, Rauff logró escapar a la captura durante un tiempo y, al igual que otros jerarcas nazis, buscó refugio en varios países. Se cree que vivió en Buenos Aires, Argentina durante algún tiempo bajo una identidad falsa pero se desconoce el nombre. Sin embargo, en la década de 1950, se mudó a Chile, donde continuó trabajando en el campo de la seguridad y las actividades de inteligencia.

Los camiones de la muerte

Las ejecuciones con camiones de gas fueron uno de los métodos utilizados por los nazis para llevar a cabo el asesinato masivo de personas, especialmente judíos, en los primeros años del Holocausto. Estos camiones, también conocidos como "cámaras de gas móviles", eran vehículos modificados en los que se podía introducir monóxido de carbono o gas de escape en el compartimento de carga, asesinando a las víctimas a medida que eran transportadas.

El proceso de ejecución con camiones de gas solía seguir un patrón general:

Las víctimas eran conducidas al camión y se les decía que serían trasladadas a un nuevo lugar o a un campamento. A menudo, se les engañaba sobre su destino real para evitar la resistencia.

Luego eran amontonadas en el compartimento de carga del camión, que estaba sellado para evitar que el gas se escapara. Estos compartimentos a menudo tenían paredes falsas para ocultar la verdadera naturaleza del vehículo.

Una vez que las víctimas estaban en el camión y las puertas se cerraban, se ponía en marcha el motor del camión. El motor producía monóxido de carbono, que se dirigía hacia el compartimento de carga.

El monóxido de carbono es un gas letal que desplazaba el oxígeno en el aire. Las víctimas se asfixiaban lentamente mientras inhalaban el gas en lugar del oxígeno necesario para sobrevivir. Este proceso podía llevar tiempo, y las víctimas a menudo luchaban y sufrían antes de morir.

Una vez que se consideraba que las víctimas estaban muertas, el camión se detenía y se abrían las puertas. Los cuerpos eran retirados y a menudo eran arrojados en fosas comunes o en algún lugar designado para su eliminación.

Este método se utilizó principalmente en los primeros años de la guerra, antes de que los nazis establecieran los campos de exterminio más grandes y eficientes, donde el envenenamiento con gas en cámaras fijas se convirtió en el principal método de asesinato en masa.

Huída y muerte

En 1962, el gobierno chileno arrestó a Rauff en respuesta a solicitudes de extradición presentadas por Alemania y otros países que lo buscaban por crímenes de guerra.

Sin embargo, la Corte Suprema negó su extradición en 1963 debido a que, en la legislación chilena de ese período, no se reconocía la imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad y estos delitos prescribían después de 15 años. El 19 de diciembre de 1962, Walter Rauff fue detenido en Chile luego de que Alemania Occidental solicitara su extradición. A pesar de la petición de extradición, la Corte Suprema rechazó la demanda y, como resultado, Rauff fue puesto en libertad.

Tenía cáncer de pulmón, murió en su casa de la calle Los Pozos, en Las Condes, Santiago, el 14 de mayo de 1984 debido a un ataque cardíaco sin enfrentar juicio por sus crímenes.

Walter Rauff es un ejemplo sombrío de la participación de individuos altamente educados y técnicamente capacitados en la maquinaria de persecución y exterminio nazi durante el Holocausto. Su legado es un recordatorio de la crueldad y la brutalidad del régimen nazi y de la importancia de recordar y aprender de la historia para evitar que tales atrocidades vuelvan a ocurrir.

 

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